La canción “Amigable padre” se ha vuelto viral en esta red social, y usuarios de la Generación Z de todo el mundo bailan al ritmo que marcan los sintetizadores electrónicos en ella.
La mayoría de ellos no entienden la letra, que elogia a un hombre que ha amenazado con “aniquilar completamente” a Estados Unidos, ha violado las sanciones de la ONU, ha lanzado múltiples misiles balísticos y dirige un estado cuestionado por su escaso respeto por los derechos humanos.
“Vamos a cantar a Kim Jong Un, el gran líder / Vamos a alabar a Kim Jong Un, nuestro padre amigable”, dice la canción.
Muchos usuarios dicen que, simplemente, es una melodía realmente genial.
“Taylor Swift no esperaba ser superada justo después de lanzar su nuevo álbum”, bromeó un fan en línea, comentando el éxito de “Amigable padre”.
“Esta canción necesita un Grammy”, “Es tan distópica de la manera más pegajosa”. Estos son solo algunos de los comentarios entusiastas en los videos de TikTok.
Pero esta animada canción pop oculta algo más siniestro, dicen los expertos.
Cómo se compone un éxito de propaganda
“Amigable padre” es solo el último de una serie de canciones de propaganda producidas por la máquina pop del estado comunista en los últimos 50 años.
Es alegre, tiene un ritmo brillante y peligrosamente pegadizo que no difieren mucho de los éxitos pop hechos en Occidente, aunque sí desprende un aire a producción de la era soviética.
“La canción tiene el sello de Abba por todas partes. Es animada, no podría ser más pegajosa, y un rico conjunto de secuencias sonoras orquestales no podría ser más prominente”, dice Peter Moody, un analista de Corea del Norte en la Universidad de Corea, en Seúl.
Pero hay reglas claras cuando se trata de escribir un tema destinado a penetrar en las mentes, no solo en las listas de éxitos.
Alexandra Leonzini, académica de la Universidad de Cambridge que investiga la historia musical de Corea del Norte, explica que los compositores tienen que ceñirse a un marco muy rígido.
No hay espacio para frases abstractas o tempos demasiado complicados. Las melodías tienen que ser simples y accesibles, algo que la gente pueda entender fácilmente.
También debe estar en el rango vocal donde cualquiera pueda cantarla. Según Leonzini, no hay adornos de varias octavas a pesar de la gran cantidad de cantantes talentosos del Norte. Las masas no pueden recibir sesiones de gimnasia vocal, por lo que se eliminan los adornos.
El libro de canciones rara vez contiene nada sentimental. “La idea es motivar al país a esforzarse hacia un objetivo común en beneficio de la nación… no suelen producir canciones como baladas”, dice Leonzini.
En Corea del Norte no se toleran las artes ni la creatividad fuera del control estatal. Es ilegal para músicos, pintores y escritores producir obras que no tengan una finalidad política o propagandística.
“Toda producción artística en Corea del Norte debe servir a la educación de clase de los ciudadanos y, más específicamente, a educarlos sobre por qué deberían sentir un sentido de gratitud, un sentido de lealtad hacia el partido”, dice Leonzini.
La experta agrega que el gobierno de Corea del Norte cree en la “teoría de la semilla”, por la que cada obra de arte debe contener una semilla ideológica, un mensaje que luego se diseminará en masa.
Los norcoreanos se despiertan todas las mañanas con canciones de propaganda que suenan a todo volumen en las plazas de los pueblos.
Las hojas de música y las letras de las últimas canciones se imprimen en periódicos y revistas; por lo general, también tienen que aprender bailes para acompañarlas, dice Keith Howard, otro profesor emérito de Musicología de Corea del Norte en la Universidad de Londres SOAS.
Howard visitó Corea del Norte varias veces en las décadas de 1990 y 2000 y recuerda de primera mano ver a los norcoreanos estallar en canciones al saludar a un extranjero.
“Para cuando la canción ha sido absorbida por completo por el cuerpo, se ha convertido en parte de la persona”, dice.
“Así que conocen muy bien las letras”, dice Howard sobre los ciudadanos norcoreanos. “Una buena canción ideológica hace eso; necesita incrustar el mensaje”.
Fuera del sancionado y aislado estado norcoreano , el mismo fenómeno se puede observar, quizá de manera más divertida en TikTok, donde usuarios occidentales bromean contando que no pueden dejar de escuchar la canción en el camino al trabajo, haciendo tareas escolares o en el gimnasio.
“Esta canción se me queda en la cabeza las 24 horas del día”, escribió un usuario.
La popularidad de la canción también ha llevado a más personas a escuchar más música de propaganda del estado ermitaño.
“Pensé, ‘Oh, esto es interesante'”, dice Matas Kardokas, un usuario británico que ha hecho TikToks con varias canciones de propaganda norcoreana.
Uno de sus videos dice: “Nadie en la cafetería de moda sabe que estoy escuchando música de propaganda norcoreana en este momento”. Ha acumulado más de 400,000 me gusta, lo que lo sorprendió.
“Algo en mí hizo clic y pensé: ‘Oye, estoy sentado en una cafetería escuchando esto ahora mismo. ¿No es simplemente lo más loco que puedas imaginar? Debería hacer un TikTok al respecto porque esta no es una experiencia universal”, dijo.
En un momento en que una aplicación de propiedad china podría ser prohibida por Estados Unidos, la propaganda de otro régimen comunista ha atrapado a los usuarios.
Leyendo entre líneas
En el mundo de la música occidental, los fans están ahora volcados en el nuevo álbum de Taylor Swift o desglosando el rap de seis minutos de Kendrick Lamar criticando a Drake, otro rapero.
Pero para los expertos que tratan de entender lo que pasa en Corea del Norte en medio de la opacidad oficial, la pista de tres minutos lanzada el mes pasado parece contener algunas pistas.
El régimen ha tenido durante mucho tiempo la tradición de comunicar cambios importantes en el país a través de sus canciones, y el mensaje en “Amigable padre” tiene a algunos alarmados.
No es la primera canción dedicada a Kim. Pero en esta hay un cambio notable en el lenguaje y el vocabulario utilizado.
Por primera vez, la propaganda llama a Kim Jong-un “padre” y “el Grande” – términos anteriormente reservados para el primer líder de Corea del Norte, su abuelo Kim Il Sung.
A Kim se le llamó el “Gran Sucesor” cuando heredó el poder en 2012 tras el fallecimiento de su padre, Kim Jong Il.
Los analistas creen que el cambio podría ser una señal de que está consolidando su imagen como “Líder Supremo” de Corea del Norte.
Recientemente, también ha cambiado la letra de otra canción de propaganda, haciendo que donde decía “nuestro padre Kim Il Sung” diga ahora “nuestro padre Kim Jong Un”.
Los cambios en la música podrían ser un indicio de cambios en el rumbo político norcoreano.
Kim Jong-un se ha vuelto cada vez más agresivo y su régimen acumula armamento y prueba misiles en contra de las sanciones internacionales.
A principios de este año, declaró que el Norte ya no buscaría el objetivo de la reunificación con Corea del Sur, a la que proclamó como “enemigo público número uno”. Varios reportes indican que las autoridades ordenaron la demolición de un arco principal en Pyongyang que simbolizaba la esperanza de reunificación con el Sur.
Una decisión que, según algunos análisis, aumentó los temores de que Corea del Norte adoptaría una postura más agresiva contra el Sur y Kim Jong-un ha reiterado su apuesta por fortalecer las capacidades militares de su país.
Leonzini cree que en Corea del Norte “una canción es casi como el periódico en Corea del Norte”.
“Las canciones se utilizan para telegrafiar la dirección que está tomando el estado… para señalar momentos importantes y momentos importantes en la política”.