Las autoridades del anterior Gobierno de facto se desentendieron de una deuda con Rusia, de más de 1 millón de dólares, por los costos operativos del avión Ilyushin 76 que ayudó a apagar los incendios forestales de 2019. Aunque se tratara de la gestión antecesora a la Presidencia de Luis Arce, la oposición intentó aprovecharse.
“Gracias a las relaciones de amistad y de cooperación que ha habido entre Bolivia y Rusia durante el Gobierno de Evo Morales, se logró que Rusia nos colabore prestándonos este avión, que es uno de los mas grandes del mundo para combatir incendios”, dijo el viceministro.
Comentó que, como parte de este acuerdo, el Estado Plurinacional tenía que cubrir “algunos costos básicos”, por ejemplo el combustible, la alimentación de la tripulación, viáticos, el seguro del Ilyushin 76 (que se paga por hora de vuelo, “también la depreciación del avión por hora de vuelo, entre otros costos conexos netamente a la administración de la operación de la aeronave”.
El viceministro recordó que el avión llegó el 9 de septiembre de 2019. Permaneció un mes y “la operación fue muy exitosa. Dentro de Bolivia hizo varios vuelos importantes que nos han ayudado a sofocar los incendios forestales”. Pero después vinieron las elecciones del 20 de octubre de 2019, cuando se acusó sin pruebas al expresidente Morales de haber cometido fraude. “Luego la señora Áñez se autoproclamó presidenta y la Embajada rusa empezó a solicitar el pago, según lo que decía el contrato”, dijo Blanco.
La autoridad de la Cancillería aclaró que se tenían previstos dos pagos, por un total de 1.914.084,56 euros. Morales realizó un primer desembolso, pero “el segundo pago no se alcanzó a hacer por el golpe de Estado”, explicó Blanco.
Entonces comenzaron a llegarle al Gobierno golpista las notas de la Embajada, que advertían sobre la falta del segundo pago, de 796.539 euros. Según el convenio, si hasta el 24 de enero de 2020 no se saldaba esta deuda comenzaría a correr un interés del 0,05% por día. En más de un año de demora, la cifra ya asciende a 957.042 euros (y continúa aumentando a diario).
Blanco dijo que en ese momento la Embajada de Rusia mantuvo una reunión con el ministro de Defensa del Gobierno de facto, Luis Fernando López, quien “les indicó que no iban a pagar porque eran un Gobierno transitorio. Y que en todo caso le cobren al Gobierno de Evo Morales”, quien ya no estaba en el poder porque ellos mismos lo habían derrocado.
Entonces la empresa dueña del Ilyushin recurrió al Tribunal de Arbitraje Comercial Internacional de la Cámara de Comercio de la Federación Rusa, donde actualmente reside el pleito. El Gobierno de Arce espera llegar a un arreglo antes de que el proceso judicial avance.
“Aquí se denota el desgobierno y la falta de coordinación del Gobierno de facto”, destacó el viceministro. Y advirtió que la ayuda del avión “ha sido una cooperación por la buena voluntad del Gobierno ruso para apoyar a Bolivia. Además del daño económico que posiblemente vamos a tener, la propia imagen del país queda deteriorada. Porque solicitamos cooperación internacional, pero ni siquiera pagamos nuestra contraparte”.
El manejo de este asunto por parte de quienes encabezaron el golpe de Estado de 2019 “denota una completa falta de seriedad en el manejo de asuntos públicos, además de una ideologización de las Relaciones Internacionales. ¿Por qué no se le pagó a Rusia? Porque tenía buenas relaciones con el anterior Gobierno. Realmente es muy lamentable esa forma de proceder”, manifestó Blanco.
Defendiendo lo indefendible
El viceministro tuvo un debate virtual con la excanciller de Áñez, Karen Longaric, quien utilizó Twitter para desentenderse del conflicto que contribuyó a ocasionar. “Cancillería cumplió con su deber e informó al MinDef sobre notas de la Emb.Rusa, dando curso a su solicitud; Cancillería no tiene competencia sobre la contratación y pago del avión. Funcionarios mienten para tapar su incompetencia y desprestigiar a la anterior gestión”, publicó la exautoridad.
Según Blanco, “es muy lamentable que ella quiera politizar el tema. Yo no soy quién para decir si la responsabilidad la tiene Longaric o López. Eso lo dirá la Justicia. Pero aquí hay una realidad: es que el Gobierno de facto no honró deudas del Estado por una cooperación del Gobierno ruso, por eso ahora estamos en un arbitraje”.
El viceministro adelantó que se podría iniciar un proceso judicial a las exautoridades de facto involucradas, porque habrían cometido un daño económico contra el Estado: “Como Cancillería vamos a cumplir lo que dice la norma. Estamos detectando que aquí hay realmente un incumplimiento de contrato. Por ello vamos a remitir todos los antecedentes a las autoridades correspondientes, que decidirán cuál será la forma de proceder según la ley”.
Y subrayó que “desde Cancillería transmitimos la información que tenemos. Y si existen indicios de responsabilidad (en autoridades pasadas), que seguramente los hay, se iniciarán las acciones judiciales correspondientes”.
Blanco lamentó el mal uso que sufrió la Cancillería durante el Gobierno de facto: “Será la justicia quien determine las responsabilidades. Querer desconocer a la Cancillería como interlocutor con los estados es un despropósito. No podemos decir que Cancillería nada tiene que ver con esos contratos, porque la propia Embajada rusa representa a su empresa estatal”
El viceministro se mostró esperanzado en “poder solucionar este problema en una vía extrajudicial para salir del arbitraje. Bolivia ya está en el arbitraje, ahora la idea es lograr negociaciones que nos permitan salir”, aunque evidenció que posiblemente “la empresa rusa no creo que se conforme con los 796.539 euros que al principio había que pagar, porque el mismo contrato establece una multa por impago. Entonces es posible que se genere daño económico al Estado”.
Blanco destacó que este inconveniente no afecta a las relaciones fraternales que Rusia y Bolivia construyeron desde las presidencias de Morales. “Nuestros presidentes (Luis Arce y Vladimir Putin) han conversado hace unos días por teléfono y hemos logrado que se nos priorice en provisión de vacunas Sputnik V”, remarcó.
Y agregó que “el propio Encargado de Negocios nos ha manifestado muy claramente que este tema en absoluto va a entorpecer las excelentes relaciones que tenemos con Rusia. Nos aseguró que como Embajada y Gobierno ruso nos van a ayudar a facilitar una solución extrajudicial. Por eso estamos confiados en que vamos alcanzar una solución fuera del Tribunal de Arbitraje