El sobrepeso o la obesidad pueden tener graves consecuencias para la salud. Tener un exceso de grasa entraña graves consecuencias para la salud, como enfermedades cardiovasculares (principalmente cardiopatías y accidentes cerebrovasculares), diabetes de tipo 2, afecciones osteomusculares como la artrosis y algunos tipos de cáncer (de endometrio, mama y colon). Estas afecciones causan muertes prematuras y discapacidades importantes.

Lo que no es tan conocido es que el riesgo de tener problemas de salud empieza aun cuando una persona solo tiene un ligero sobrepeso, y que la probabilidad de tener problemas aumenta a medida que la persona tiene más y más sobrepeso. Muchas de estas afecciones causan sufrimiento a largo plazo a las personas y a las familias. Además, los costos para el sistema de atención de salud pueden ser extremadamente elevados.

La buena noticia es que el sobrepeso y la obesidad son en gran medida prevenibles. La clave del éxito es lograr un balance energético entre, por un lado, las calorías consumidas y, por otro lado, las calorías gastadas.

Para alcanzar este objetivo, las personas pueden limitar su ingesta de energía procedente de grasas de todo tipo y modificar su consumo, pasando de las grasas saturadas a las grasas insaturadas; aumentar su consumo de frutas y hortalizas, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos; y limitar su ingesta de azúcares. Y para aumentar el gasto de calorías, las personas pueden aumentar sus niveles de actividad física realizando al menos 30 minutos de actividad física regular de intensidad moderada casi todos los días.