A pesar de que OpenAI, empresa creadora de ChatGPT, es una de las compañías que más ha crecido en valor en estos últimos años y lidera la carrera de la Inteligencia Artificial (cosa que está volviendo locas a otras como Google), cada día que pasa da la sensación de que de puertas para adentro dicha corporación es un caos total.
Las primeras señales de que esto es así aparecieron en noviembre, cuando la junta directiva de OpenAI decidió despedir a Sam Altman, CEO y uno de los fundadores de la compañía, por no ser “completamente honesto” con sus descubrimientos y esconder que su último proyecto podía suponer una “amenaza para la humanidad”.
A esto lo siguió una trama digna de culebrón, ya que a los pocos días, tras la renuncia de otros altos cargos fieles a Altman y la amenaza de los propios trabajadores de abandonar, hubo un giro dramático de los acontecimientos, donde Altman fue devuelto a su cargo y como primera medida fulminó a los miembros de la junta que iban en su contra para nombrar a personas cercanas y que respaldaban, como fue el caso de Microsoft.
Ahora varios meses después, una de los miembros de esta junta directiva que trato de frenar a Altman, Helen Toner, ha roto con su silencio durante una entrevista para TED Talks en la que no se ha mordido la lengua criticando al CEO y a la gestión que hizo durante los meses previos a su despido.
Después de varios meses desde el incidente, al ser preguntada por el tema, Toner estalló contra Altman y su gestión que ella resume en una sola frase, Altman “impedía a la junta hacer su trabajo”. En su intervención, esta exmiembro de la junta señala numerosas prácticas que respaldan su crítica contra el CEO, por ejemplo, asegura que Altman se guardaba información o tergiversaba lo que ocurría dentro de la compañía al ser preguntado.
Aunque había veces que “directamente mentía”, señalando la ocasión en la que se enteraron de que era el dueño del fondo OpenAI para startups, a pesar de que repitió en numerosas ocasiones que era un miembro independiente sin ánimo de lucro.
Pero sin duda una de las cosas más sorprendentes de sus declaraciones es que Toner asegura que los miembros de la junta directiva se enteraron del lanzamiento de ChatGPT por Twiiter, y que Altman no pensó ni un segundo en avisarles del momento más importante de la historia de la empresa.
La situación llegó a su límite cuando, como hemos mencionado antes, Altman fue inconsistente y daba información incorrecta sobre la seguridad de los procesos de su IA, y cuando esta información se hizo pública, según afirma Toner, el CEO comenzó a mentir a otros miembros de la junta para que despidieran a personas como ella.
Lo cierto es que después de su año estrella, OpenAI ha dado más de un tumbo que debería preocupar a sus inversores, sin ir más lejos, en las últimas semanas se ha desatado una polémica sobre la clonación de voz de Scarlett Johansson para la voz femenina de ChatGPT (aunque aseguren que no ha sido así) o la disolución total del equipo que controlaba el riesgo de una inteligencia artificial superpeligrosa.