Nuevo golpe al relato de un mercado laboral más frío en EEUU después de lo caliente que ha permanecido tras la recuperación del covid. Una vez más, el dato oficial mensual de empleo trae la confusión con unas cifras mucho más fuertes que las de otros parámetros del mercado de trabajo. Según el informe publicado este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) del Departamento de Trabajo, en mayo se crearon 272.000 nóminas no agrícolas, muy por encima de las 165.000 del mes pasado (revisadas desde 175.000) y de las 180.000 que esperaba el consenso de analistas. La otra cara del informe es un dato de paro que escala una décima hasta el nivel psicológico del 4%. Cuando parecía que la progresiva relajación del mercado laboral le ofrecía una rendija a la Reserva Federal para poder bajar los tipos de interés en septiembre, este informe vuelve a sembrar incertidumbre.
Como garante de que la inflación permanece bajo control (en torno al paradigma del objetivo del 2%), la Fed ha estado vigilando mucho un tenso mercado de trabajo en el que la falta de mano de obra para la demanda existente provocaba presiones salariales (había que ofrecer más remuneración a los trabajadores) que derivaban en presiones inflacionarias. Por eso se ha dado tanta importancia a cada nuevo dato de empleo y la dinámica justificaban unos tipos más altos que frenaran la inercia. Precisamente en materia de ganancias de los trabajadores, el informe de la BLS recoge unos ingresos medios por hora que se dispararon un 0,4% en mayo frente al 0,3% esperado y el 0,2% anterior. Esto ha hecho que la tasa interanual repunte del 4% (revisado desde el 3,9%) al 4,1%. La marca vuelve a alejarse del 3,5% que la Fed ve compatible con la convergencia hacia el objetivo de inflación.
Como suele ocurrir, los inversores se han quedado con el dato de nóminas, extraído de una encuesta a las empresas. El fuerte dato, junto al de ingresos medios ha alterado las expectativas de los tipos de interés. Si ayer los operadores descontaban más de un 80% de probabilidades de un recorte de tipos en septiembre y un total de 49 puntos básicos de bajadas en 2024 (casi dos bajadas de 25 pb), tras el informe de empleo compran un 60% de opciones para septiembre y 40 puntos para el resto del año. Este movimiento ha hecho al dólar dispararse hasta un 0,5% sobre el euro y al bono del Tesoro a 10 años pasar del 4,28% al 4,43%. Un impactante salto de 15 puntos básicos.
El aumento de 272.000 de nóminas “disipará los temores de que la economía haya tocado fondo de repente”, cree Paul Ashworth, analista de Capital Economics y hará que la Fed “siga centrándose en los riesgos al alza para la inflación más que en los riesgos a la baja para la economía real”. “Si observamos el desglose, los sospechosos habituales impulsaron gran parte de ese aumento desmesurado del empleo en las nóminas, con un incremento de 43.000 puestos de trabajo en el sector público y de 83.500 en el sector de la asistencia sanitaria y social. Es probable que se mantenga la fortaleza en este último sector, pero esperamos que el crecimiento del empleo en el sector público se debilite sustancialmente durante el verano, a medida que los gobiernos estatales y locales frenen el gasto para eliminar los crecientes déficits presupuestarios”, desgrana el analista.
El aumento de la tasa de desempleo, esclarece también el economista, se debió a motivos “equivocados”, ya que la caída masiva del empleo en la encuesta a los hogares (408.000), la otra pata del informe, superó la disminución de la población activa (250.000). Este desplome animará a los bajistas, reconoce Ashworth, si bien, precisa, aún se está lejos de que se aplique la llamada Regla de Sahm, que predice una recesión cuando la tasa de desempleo promedio de los últimos tres meses supera en 0,5 puntos porcentuales a su mínimo de los últimos 12 meses.
Ashworth también hace hincapié en un apunte estadístico que ha dado que hablar esta semana en EEUU. Y es que el mercado laboral estadounidense podría ser mucho menos dinámico de lo que los funcionarios de la Reserva Federa parecen creer. Los datos publicados este miércoles por la propia BLS sugieren que las nóminas podrían haber crecido unas 60.000 menos al mes de media el año pasado que la cifra aproximada de 250.000 que se desprende del informe mensual de empleo de la agencia. Las nuevas cifras, procedentes del Censo Trimestral de Empleo y Salarios, cubren más del 95% de los puestos de trabajo de EEUU y se utilizan finalmente en las revisiones anuales de los datos mensuales.
Esto refuerza el relato asentado en las últimas semanas de que el mercado laboral continúa su enfriamiento a cámara lenta y sin dolor. Un relato que parecía estar resolviendo de una vez por todas un debate que lleva dos años. Un punto importante porque la gran mayoría del debilitamiento del mercado laboral no se debe a despidos ni a una gran reducción en las tasas de contratación, sino a que los empleadores publican menos puestos vacantes. Esta es la manera menos dolorosa de equilibrar el mercado laboral. Lo que alguna vez fue un frenesí entre las empresas por aumentar sus nóminas ha dado paso a algo más normal.
Las vacantes de empleo en EEUU (encuesta JOLTS publicada esta semana) se redujeron de 8,5 millones en marzo a 8,1 millones en abril, por debajo de las expectativas de 8,4 millones y el nivel más bajo en tres años. La atención sanitaria y la asistencia social, así como el ocio y la hostelería, impulsaron la caída, mientras que las aperturas en el sector manufacturero procíclico también disminuyeron. Mientras tanto, las tasas de contrataciones y renuncias se mantuvieron estables en 3,6% y 2,2%, respectivamente. En cuanto a las separaciones, la tasa de despidos se mantuvo sin cambios en el 1%.
“A pesar de que estas tres series se actualizan con retraso, ofrecen información útil sobre la dirección del mercado laboral. La tasa de contrataciones suele liderar el crecimiento de las nóminas netas, la tasa de renuncias suele liderar el crecimiento de las remuneraciones y la tasa de aperturas ofrece una ventana al equilibrio entre la oferta y la demanda de mano de obra. Todos han tenido una tendencia a la baja y se mueven en línea con el rastreador de crecimiento salarial de la Reserva Federal de Atlanta, lo que presagia un crecimiento de las remuneraciones más lento”, señalan desde BCA Research.
El informe JOLTS sigue a una serie de publicaciones de datos económicos débiles y sugiere un enfriamiento gradual de la economía estadounidense. La deslucida actualización del PMI manufacturero del ISM de mayo hizo que la estimación del GDPNow de la Fed de Atlanta (PIB en tiempo real) para el segundo trimestre bajara desde un máximo del 4,2% a principios de mayo al 1,8% actual. La encuesta de la empresa ADP, un habitual aperitivo del dato oficial de empleo, también arrojó este miércoles debilidad: las nóminas privadas aumentaron en 152.000 en mayo cuando se esperaban unas 175.000. Una vez más, ambos datos no han podido salir más dispares.