Las autoridades de Corea del Sur han denunciado ese lunes por la mañana el lanzamiento de unos 310 globos con basura por parte de Corea del Norte hacia territorio surcoreano, un hecho que se produce después de que Seúl anunciase la reanudación de sus emisiones propagandísticas a través de la frontera con su vecino del norte en medio de un intercambio de acusaciones sobre lanzamiento de basura y propaganda hacia ambos lados.
Esta nueva tanda, que contenía restos de papel y de plástico, sin materiales tóxicos, ha sido lanzada a última hora del domingo, si bien los últimos globos han sido detectados en el espacio aéreo surcoreano a las 8.30 horas (hora local), ha informado el Estado Mayor Conjunto del Ejército de Corea del Sur, según la agencia de noticias Yonhap.
El pasado sábado, Pyongyang volvió a lanzar una gran cantidad de globos en respuesta al envío de propaganda por parte de desertores norcoreanos, a lo que Seúl ha respondido con la reanudación de sus emisiones propagandísticas mediante altavoces a través de la frontera para su difusión entre los militares norcoreanos apostados en las inmediaciones de la zona desmilitarizada entre ambos países.
La última vez que Seúl tomó una decisión de esta envergadura fue en enero de 2016, en represalia por la cuarta prueba nuclear de Corea del Norte.
En respuesta a este anuncio, Kim Yo Jong, la hermana del líder norcoreano, Kim Jong Un, ha advertido de que habría “nuevas respuestas” si continuaba la llegada de panfletos y el uso de altavoces. Es “un preludio a una situación muy peligrosa”, ha indicado.
Desde la semana pasada, Pyongyang ha enviado más de 3.500 globos con basura a Corea del Sur en lo que ha calificado como una acción de “ojo por ojo” contra este tipo de campañas de propaganda. El efecto más directo de esta nueva escalada de tensiones, que ha conllevado también la interferencia de señales GPS, ha sido la suspensión total del pacto intercoreano suscrito hace seis años.