Tras Los girasoles de Van Gogh, la figura de cera del rey Carlos III, y La Venus del Espejo de Diego de Velázquez, ‘Just Stop Oil’ ha vuelto a la carga con otro de sus ataques artísticos rociando, el pasado miércoles 19 de junio, un bote de pintura sobre el monumento megalítico Stonehenge en Reino Unido. Ahora, sus actuaciones vuelven ponerse sobre la mesa de debate y a cuestionarse su peculiar manera de luchar por el medio ambiente.
Para ellos, la simbiosis entre la protesta ambiental y el destrozo de obras artísticas se encuentra en la necesidad de poner de relevancia “la vida sobre el arte”. Así lo defendían en su cuenta de Twitter tras el ataque a la obra de Van Gogh el año pasado, “La creatividad humana y la brillantez se exhiben en esta galería, sin embargo, nuestro patrimonio está siendo destruido por la incapacidad de nuestro Gobierno para actuar sobre la crisis climática y del costo de vida”.
Con sus protestas y ataques a las obras de arte, este grupo ecologista persigue el objetivo conseguir que el Gobierno de Reino Unido detenga inmediatamente todas las licencias y consentimientos futuros para la exploración, el desarrollo y la producción de combustibles fósiles en el país.
El grupo ecologista se financia, principalmente, a través de Climate Emergency Fund (Fondo de Emergencia Climática), una fundación de filántropos del medio ambiente con sede en California, fundada en 2019 por varios multimillonarios, que, solo este año 2023 ha financiado a un total de 31 grupos activistas.
Entre sus máximos exponentes, se encuentra Aileen Getty, cofundadora de Climate Emergency Fund (aunque lo cierto es que su nombre ha desaparecido de la web de la organización) y nieta de Paul Getty, uno de los hombres más poderosos de su tiempo, magnate del petróleo y fundador de la compañía Getty Oil y J.Paul Getty, que además, durante muchos años, fue también el más rico del mundo.