Tres partidos, tres ovaciones. Una vez más, James Rodríguez movió los hilos de la imbatible Colombia, que sacó un reñido empate a un gol con Brasil, prolongó un invicto de dos años bajo el mando de Néstor Lorenzo y confirmó el primer lugar de su grupo en el primer partido de alto vuelo en la Copa América de Estados Unidos. Los cafeteros se llevaron el premio de evitar al Uruguay de Marcelo Bielsa en el cruce de cuartos de final, donde se medirán el sábado con Panamá, mientras que los pentacampeones del mundo enfrentarán a los charrúas.
Colombia, un equipo aceitado y solidario, ha respondido al relativo favoritismo que la precede en su primer gran reto frente a uno de los tres gigantes históricos del torneo continental –Brasil, Uruguay y Argentina, que va por el otro lado del cuadro–. Lorenzo desplegó una alineación sin sorpresas, casi calcada frente a la que goleó 3-0 a Costa Rica la jornada anterior, con el peso del ataque sobre los hombros de James y Luis Díaz, su otra gran figura, acompañados en punta por John Córdoba –que le sacó el puesto a Rafael Santos Borré–. El único cambio fue el ingreso de Deiver Machado, del Lens francés, como lateral izquierdo por Johan Mojica, del Villarreal español.
Brasil es Brasil, incluso en sus versiones más desteñidas. Ya lo advertía Lorenzo, muy respetuoso, antes del esperado duelo: “Con Brasil nunca se es favorito”. En el arranque, una Colombia nerviosa acumuló faltas innecesarias y pérdidas de balón, mientras el intenso sol que bañaba el Levi’s Stadium de Santa Clara incomodaba la vista del arquero Camilo Vargas. James pedía el balón, e incluso le sacó astillas al poste de Alisson con un lejano tiro libre, después de que Vinicius Júnior le soltó un manotazo en la cara. El extremo del Real Madrid vio una tarjeta amarilla que le impedirá disputar el partido de cuartos con Uruguay, mientras que en el otro bando Jefferson Lerma, también amonestado, se perderá el duelo con Panamá.
Brasil seguía punzante. Un remate de Bruno Guimaraes desde el balcón del área forzó la estirada de Vargas en una acción que fue el preámbulo del tanto de la seleção. En el rebote del tiro de esquina, James hizo una falta que Rapinha –la única novedad en el once de Dorival Júnior, en lugar de Savinho– ejecutó a la perfección para hacer inútil el esfuerzo del portero del Atlas mexicano, que apenas alcanzó a aruñar el balón. Por primera vez en esta Copa América, Colombia estaba en desventaja.
El gol de la verdeamarela fue el mejor remedio para el nerviosismo de la tricolor –que vestía con un inusual uniforme negro en lugar del tradicional amarillo, azul y rojo–. James, el diez y capitán que también aparecía como falso nueve, insistió con una volea que se fue por encima a los 15 minutos. Los cafeteros inclinaron la cancha con personalidad, a pesar de las ocasionales incursiones de Vinicius, muy difícil de contener. Otro tiro libre de James al corazón del área acabó en un cabezazo al arco de Davinson Sánchez, que ya había marcado por esa vía a Costa Rica. La lenta revisión del VAR acabó por confirmar que el central del Galatasaray estaba en fuera de lugar.
James, el alma de esta Colombia, aparecía en todas partes. Se desdoblaba con otro zurdazo lejano, uno más, para intentar sorprender a Allison, salido de su arco. El portero corrigió sin demasiadas angustias y después atajó otro intento de Lucho Díaz, su compañero en el Liverpool. La insistencia colombiana rindió frutos en la siguiente jugada, antes del descanso, cuando Córdoba hizo de pivote y filtró un pase para Daniel Muñoz, el lateral derecho del Cristal Palace que con su selección ataca como un extremo y aseguró el empate. Fue el segundo tanto en la Copa del jugador que acumula más titularidades con Lorenzo: 17 en esos 23 partidos sin derrotas. Le había marcado a Paraguay en el debut (2-1).
En un segundo tiempo de ida y vuelta, Rapinha estuvo cerca de repetir con otro tiro libre con rosca, mientras que Colombia sostuvo el balón y llevó peligro al arco de Allison, muy activo durante todo el encuentro. Lorenzo corrigió al descanso con Mojica por Machado, otro amonestado, y para los últimos 15 minutos envió al campo a Mateus Uribe y Santos Borré en relevo de Ríos y Córdoba. También sacó poco después a James, que fue ovacionado una vez más en los estadios norteamericanos, para darle paso a Carrascal. Colombia pudo ganarlo al final con un disparo desviado de Borré, aunque Vargas también voló ante un tiro de Andreas Pereria para preservar el empate en el último suspiro. “Es normal que a medida que van pasando partidos se va agotando uno”, declaró un desgasatdo James al final, satisfecho con el resultado. La primera misión de Colombia está cumplida.
Los pupilos de Lorenzo se llevan el Grupo D con siete puntos, seguidos de Brasil con cinco. Costa Rica, que se despide con una victoria sobre Paraguay (2-1), quedó eliminada con cuatro, al igual que los guaraníes, coleros sin puntos luego de acumular tres derrotas.