La ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, se bañó este sábado en las aguas del Sena, en pleno centro de París, un gesto muy simbólico de cara a los inminentes Juegos Olímpicos, que empiezan en trece días.
Oudéa-Castera, equipada con un traje de neopreno, nadó durante algunos minutos en una zona marcada por boyas a la altura del histórico puente de Alejandro III.
El baño ha tenido lugar en compañía de Alexis Hanquinquant, campeón olímpico de paratriatlón y abanderado de la delegación francesa a los Juegos Paralímpicos.
“Ha sido fabuloso, una felicidad total, ha sido genial”, declaró la ministra a la radio RMC al salir del agua, que además estaba “muy buena, a 20 grados”.
“Compromiso cumplido”, proclamó, en referencia al objetivo de todas las administraciones de lograr que el agua del Sena fuera apta para disputar en ella algunas pruebas olímpicas.
Además de simbólico en cuanto a la seguridad de las aguas del Sena para los nadadores, el baño de hoy no deja de ser un guiño político, ya que la ministra se ha adelantado a la alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, que había prometido bañarse en el río, pero lo había aplazado hasta el próximo miércoles debido a que la calidad de las aguas no terminaba de mejorar.
Precisamente el concejal de Deportes del Ayuntamiento parisino, Pierre Rabadan, había anunciado ayer viernes que las aguas del Sena habían sido aptas para el baño durante diez de los últimos doce días.
“No tenemos inquietud sobre la posible realización del conjunto de las pruebas” previstas en el río, dijo el concejal en la radio pública RFI.
Rabadan recordó que en mayo y junio hubo muchas lluvias, lo que es un factor desfavorable para garantizar que el agua tenga calidad suficiente para el baño, porque al fin y al cabo “el Sena no es una piscina”, pero que la situación ha mejorado en las últimas dos semanas.
Las aguas del Sena deben acoger las pruebas de natación del triatlón masculino y femenino, así como la del maratón en aguas abiertas en los Juegos Olímpicos y del triatlón de ambos géneros en los Paralímpicos.
Tras una inversión de unos 1.400 millones de euros en sanear el río a su paso por la capital, la calidad de las aguas del Sena era uno de los principales interrogantes de cara a los JJ OO, que comienzan el 26 de julio, debido a que las abundantes lluvias de los últimos meses había afectado a su salubridad.