La presión sobre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, continúa aumentando para que llegue a un acuerdo con Hamás que consiga liberar a los rehenes israelíes que continúan secuestrados en la Franja de Gaza. Unas declaraciones realizadas por el mandatario este martes recogidas por un medio israelí en las que supuestamente habría asegurado que no hay prisa en llegar a un pacto, ya que que los rehenes “sufre pero no mueren”, han provocado las críticas por parte de las familias, que le han pedido una aclaración pública.
Según el medio Ynet, el dirigente israelí ha afirmado a sus ministros en una reunión del gabinete celebrada a última hora del martes que no hay necesidad de sentirse presionado y que es “Hamás la que debe sentirse presionada”, ya que “los rehenes están sufriendo, pero no están muertos”. En la reunión se abordó las situación de las negociaciones de tregua que están en marcha, que estarían en un punto positivo ya que las posibilidades de llegar a un trato “no son malas porque Hamás está en un punto difícil”, afirmaron los funcionarios que participaron en la reunión.
La propuesta que está sobre la mesa es la del Gobierno de Estados Unidos, aunque no se sabe si en el transcurso de los últimos contactos entre ambas partes se han realizado cambios. Esta tregua contaría con tres fases. Durante la primera, que duraría seis semanas, las tropas israelíes abandonarían las áreas pobladas de la Franja y serían liberados rehenes que sean mujeres, ancianos y heridos a cambio de prisioneros palestinos. En la segunda parte del alto el fuego se produciría la retirada completa de Israel de la Franja, la liberación de todos los rehenes, incluidos soldados, a cambio de más prisioneros palestinos. La última fase del plan estadounidense recoge la devolución de los cuerpos de rehenes muertos y el comienzo de la reconstrucción de Gaza a lo largo de varios años.
La presión para Netanyahu llega desde todos los frentes. Algo que se pudo comprobar este martes durante la reunión de Netanyahu con los familiares de las soldados observadoras de la base de Nahal Oz, cercana a la Franja de Gaza, que fueron asesinadas y secuestradas durante el ataque de Hamás. La sesión comenzó con una fuerte tensión, ya que uno de los familiares respondió al “buenos días ” de Netanyahu con un “no es una buena mañana para nosotros”. El primer ministro espetó que todos “somos de la misma familia”, siendo replicado por el familiar, que aseguró que era una “lástima que no lo pareciera”.
El encuentro con Netanyahu se produjo después de que hace unas semanas las familias crearan un foro llamado ‘Sus Voces’ con el objetivo de presionar por una investigación sobre los acontecimientos el día del ataque en la base Nahal Oz, donde trabajaban las jóvenes soldados, que cumplían con el servicio militar obligatorio. También piden que el Ejército publique las grabaciones de sus hijas hablando por radio durante sus últimos turnos.