El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha anunciado que no acudirá a la próxima ronda de negociaciones para el alto al fuego programada para este jueves, y ha llamado a que se implemente el plan ya acordado a finales de mayo por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU, en vez de “proseguir con nuevas conversaciones”.
“El Movimiento hace un llamamiento a los mediadores para que presenten un plan para implementar lo presentado y aprobado, basado en la visión de Biden y el Consejo de Seguridad, y para obligar a la ocupación a hacerlo, en lugar de ir a más rondas de negociaciones o nuevas propuestas que encubran la agresión de la ocupación y le den más tiempo para perpetuar la guerra de genocidio contra nuestro pueblo”, reza un comunicado.
Esta retirada de Hamás de cara a la ronda de negociaciones llega, según la organización, a la luz del bombardeo israelí contra la escuela Al Tabaín de Ciudad de Gaza el sábado, en el que murieron al menos 93 palestinos y que calificó como una “masacre”. A este se suma además la muerte del líder político del grupo, Ismail Haniyeh, en un ataque en Teherán del que Israel no ha reivindicado ni desmentido su autoría, como suele ocurrir en los movimientos que afectan a Irán.
En este sentido, Hamás ha apelado a los mediadores -Egipto, Catar y Estados Unidos-, a que hagan cumplir a Israel con lo acordado el pasado 2 de julio, sin que hayan trascendido más detalles al respecto. “Estamos muy interesados en que los esfuerzos de los hermanos mediadores de Egipto y Catar tengan éxito para alcanzar un acuerdo de alto el fuego y poner fin a la guerra de genocidio contra el pueblo palestino”, recoge el comunicado, en el que también han reiterado su “apoyo a cualquier esfuerzo que logre el cese de la agresión”, según ha recogido el diario palestino Filastin, vinculado al grupo palestino.
Así, ha hecho hincapié en que han participado “en muchas rondas” y ha brindado “toda la flexibilidad y positividad necesarias para lograr los objetivos e intereses” del pueblo palestino, además de “detener el derramamiento de sangre y el genocidio”, de manera que “se abra el camino” para un proceso de intercambio de prisioneros, “alivio” para la población, el regreso de los desplazados y la reconstrucción de lo destruido en los bombardeos.
El grupo ha afirmado que, mientras que ellos acogieron “con satisfacción” el anuncio de Biden, “el enemigo recibió con rechazo y continuó masacrando” a los palestinos. “Han remarcado su posición de que no se toma en serio un alto el fuego permanente, han enfrentado con nuevas condiciones que no se habían propuesto durante todo el proceso de negociación, y continuaron intensificando su agresión y cometiendo más masacres“, ha denunciado, haciendo referencia, entre otros, a la muerte de Haniye.
Tras la publicación de este comunicado, el portavoz y miembro del buró político de Hamás, Osama Hamdan, ha destacado que “es hora de que los mediadores tomen medidas decisivas e implementen lo acordado previamente”, obligando al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, “a hacerlo”, recordando que la oferta presentada incluía una “garantía estadounidense de la aprobación de la propuesta por parte de Israel”.
“Si Biden no presiona a Israel, no tiene nada que apostar para que las negociaciones sean exitosas”, ha señalado, después de recordar que la oferta presentada por los mediadores incluía garantías estadounidenses de que Israel aprobaría el plan acordado con los mediadores.
El plan anunciado por Biden se desarrolla en torno a tres frases, en la primera de las cuales, que se prolongaría durante seis semanas, las fuerzas israelíes se retirarían de las zonas pobladas de Gaza y se produciría la liberación de varios presos palestinos a cambio de la entrega de rehenes vulnerables.
En una segunda etapa, serían liberados el resto de rehenes, en el marco de un final ya permanente de las hostilidades, mientras que la tercera y última fase consistiría en el inicio de la reconstrucción de la Franja y en la entrega de los cuerpos de los secuestrados ya fallecidos.
Estados Unidos, Egipto y Qatar instaron esta semana al Gobierno de Israel y a Hamás a reanudar de manera “urgente” las negociaciones, convocándoles para el 15 de agosto en Doha o El Cairo para tratar de cerrar un acuerdo y comenzar a aplicarlo, al alegar que “no hay tiempo que perder ni se pueden poner excusas para nuevos retrasos”. “Estamos preparados para, si es necesario, presentar una propuesta que resuelva los temas pendientes”, recalcaron en un momento marcado por el diálogo estancado y en plena renovación interna dentro de Hamás por el asesinato de su anterior jefe político, Ismail Haniye, en un ataque atribuido a Israel.