La cárcel de alta seguridad IK-19 de Volgogrado, en Rusia, ha sufrido este viernes un motín después de que cuatro presos se rebelaran y tomaran como rehenes a otros cuatro internos y a ocho empleados de la prisión, de los cuales cuatro han muerto en el hospital por las heridas sufridas. Por su parte, los amotinados han sido neutralizados con francotiradores de las fuerzas especiales, en un operativo organizado por el presidente ruso, Vladímir Putin, durante la reunión del Consejo de Seguridad de esta mañana.
Los internos se trataban de tres condenados por narcotráfico y un cuarto por agresión, identificados como miembros del Estado Islámico. De hecho, llegó a desplazarse el imán de la mezquita local para negociar con los amotinados. El grupo tomó como rehenes a varios empleados de la institución penal -que alberga más de 1.200 internos-, exigiendo dos millones de dólares y un helicóptero para volar a Georgia como rescate.
La gravedad del asunto obligó a Putin a abordar el motín durante la reunión de seguridad y coordinó a los agentes de las tropas especiales para su entrada en la prisión, cercana a la ciudad de Surivíkino. Así, en un vídeo compartido por la Guardia Nacional rusa en redes sociales, se puede ver a las autoridades vestidas con uniformes de camuflaje, armados y equipados al completo, con rostros pixelados, y muchos microbuses blancos sin distintivos junto a la cárcel, además de dos ambulancias.
“Los francotiradores de las unidades de tropas especiales de la Guardia Nacional de la región de Volgogrado neutralizaron con cuatro disparos certeros a los cuatro presos que habían tomado como rehenes a empleados de la cárcel. Los rehenes fueron liberados”, indicó la Guardia Nacional, citada por varias agencias rusas de noticias.
El Servicio Federal Penitenciario ruso (FSIN) informó en Telegram que los amotinados habían capturado a ocho empleados de la prisión y a cuatro presos. De ellos, cuatro funcionarios han fallecido.
“A cuatro empleados de la prisión los criminales les infligieron heridas de arma blanca de diversa gravedad, tres de ellos murieron. Otros cuatro funcionarios que se resistieron también fueron hospitalizados, y uno de ellos falleció en el hospital“, indicó el FSIN, que añadió que los cuatro presos tomados como rehenes también resultaron heridos.
Por contra, el Servicio Penitenciario ruso detalló que no hubo víctimas entre los agentes que participaron en la operación especial de liberación de los rehenes.