La Cartera rusa ha precisado este domingo que fueron interceptados 34 drones en la provincia de Briansk; 28, en la de Vorónezh; 14, en la de Bélgorod; nueve, en la de Moscú y sobre la capital rusa; ocho, en la de Riazán; cinco, en la de Kaluga; y cuatro, en la de Lípetsk. También han sido derribados los drones ucranianos en las regiones de Tula, Tambov, Smolensk, Oriol, Tver e Ivánovo, aunque no ha especificado los blancos de estos ataques, que califica de “terroristas”.
Unas horas antes, las autoridades locales habían mencionado entre esos objetivos una refinería de petróleo en el sureste de Moscú y la central hidroeléctrica de Kashira, a unos 100 kilómetros al sur de la capital rusa.
Este domingo, también han sido interceptados por la Fuerza Antiaérea rusa 46 drones la provincia de Kursk, región que, en las últimas semanas, fue objeto de ataques por parte de Ucrania, catalogados por la vocera de la Cancillería rusa, María Zajárova, como una respuesta a la iniciativa de paz del presidente Vladimir Putin.
Zajárova ha condenado las atrocidades cometidas por las Fuerzas Armadas de Ucrania durante su incursión en territorio ruso, incluidas agresiones contra la población e infraestructuras civiles, que alejan las posibilidades de llegar a una solución negociada del conflicto.
En los últimos meses, se han intensificado los ataques ucranianos con drones contra refinerías de petróleo y depósitos de combustible en Rusia, en primer término en las regiones fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tartaristán.
En respuesta, Rusia reanudó a finales de marzo pasado ataques masivos de represalia que apuntan, en particular, contra las instalaciones del sector energético de Ucrania.