Fue un semestre particular donde la refinería estuvo fuera de operación y los números lo sienten”, dijo el martes el gerente general de la empresa pública uruguaya Ancap, Nicolás Spinelli, durante la presentación de los resultados contables de la primera mitad de 2024.
Entre enero y junio la administradora de combustibles registró pérdidas por US$ 79 millones, con un margen bruto que cayó a 1%.
Durante la mayor parte de ese período la refinería de La Teja estuvo sin producir debido a la parada de mantenimiento y obras.
La comparación con el mismo período de 2023 muestra que la empresa uruguaya había reportado resultado positivo y un margen bruto de 13%.
Si se considera la parada de refinería en su totalidad, la planta industrial estuvo sin producción completa desde agosto de 2023 y por un lapso de 297 días hasta entrado el mes de junio de este año.
Las cifras informadas por la empresa dicen que Ancap tuvo un lucro cesante promedio de US$ 670 mil por cada día de refinería parada. Esto equivale a US$ 199 millones que el ente dejó de ganar.
Según la empresa, los trabajos de mantenimiento se realizaron con normalidad recién desde octubre del año pasado, pero no fue posible revertir los retrasos provocados por causas previas. En ese período también se perdieron días de producción por reparaciones imprevistas, lluvias y puesta en marcha de la unidad de cracking.
Originalmente y antes del conflicto sindical que obligó una reprogramación logística, se había planificado que la parada se extendería 110 días, entre setiembre y diciembre de 2023.
Solo en la primera mitad de 2024 los días sin producción fueron 170, casi todos en el primer trimestre. Eso causó un perjuicio estimado en US$ 115 millones por pérdida de margen.
Además, la empresa informó que las importaciones de combustibles refinados para sustituir la falta de producción propia fueron US$ 20 millones más costosas que lo estimado por Ursea en el modelo de paridad de importación.
A eso se sumó que el Poder Ejecutivo fijó precios al público por debajo de lo calculado por el regulador. Esa brecha implicó que en el primer semestre Ancap resignara ingresos por US$ 37 millones (US$ 25 millones en combustibles y US$ 12 millones por el subsidio focalizado del supergás).
El presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, afirmó durante un taller con periodistas del que participó El Observador que la “situación está bajo control”. Añadió que las pérdidas se “van a revertir” a medida que se vayan recuperando los márgenes de refinación en la segunda mitad de 2024 y el primer trimestre de 2025.
No obstante, definió como “catastrófico” que el impacto de “medidas sindicales” haya sido de 133 días durante la operación de mantenimiento.
“Dejamos de ganar US$ 670 mil por día. Eso equivale en 297 días a una torta de plata. Esa es la razón por la que Ancap perdió toda esa plata que no ganamos. No pudo contribuir a los costos habituales que tenemos y que se suman a los costos del paro y al margen perdido por tener importaciones más caras que el precio de venta que fija el Poder Ejecutivo”, insistió Stipanicic.
Por otro lado, el funcionario señaló que si los combustibles se hubieran vendido a paridad de importación la pérdida se habría recortado en US$ 37 millones en el primer semestre.
De todas maneras, expresó que si bien es un costo “significativo” para Ancap, “una empresa pública tiene que ser lo más eficiente posible y dar los mejores resultados en beneficio de la sociedad, incluso relegando resultados”.
En setiembre, y por primera vez desde que se utiliza el mecanismo de PPI para fijar tarifas, los precios máximos de venta al público de nafta y gasoil quedaron levemente por encima de la referencia. Aun así, no cubre la brecha negativa de $ 18 (US$ 0,44) que existe en la tarifa del supergás envasado.
Según Ancap, desde 2021, la sociedad lleva acumulado un ahorro de US$ 500 millones respecto del precio de mercado estimado por la paridad de importación. Esto, según Stipanicic, se hizo a “costo de Ancap” por decisión del Poder Ejecutivo, pero sin “un perjuicio significativo y permanente” sobre la empresa.
Las cifras oficiales mostraron que en el mercado monopólico las pérdidas totalizaron US$ 77 millones. En tanto, los negocios no monopólicos del grupo registraron ganancias por US$ 24 millones.
A esto se suma un rojo de US$ 26 millones como el resultado de operaciones financieras (pérdida por diferencia de tipo de cambio de US$ 14 millones, intereses pagados por US$ 17,8 millones y una ganancia por colocaciones financieras de de US$ 5,8 millones).