Cinco palestinos murieron este jueves cuando un dron israelí atacó el vehículo en el que se encontraban en el campamento de refugiados de Faraa en Tubas, en el norte de Cisjordania ocupada, según confirmó el Ministerio de Sanidad palestino.
“Durante una operación antiterrorista del Ejército en la zona de Faraa del Valle del Jordán, una aeronave de las Fuerzas del Aire atacó a una célula terrorista que disparó contra los soldados“, recogió un comunicado castrense emitido hacia las 4:00 (1:00 GMT) de este jueves.
Sanidad identificó a las víctimas del bombardeo como Ahmed Fawad Fayez Abu Dawas, de 24 años; Mohammed Awad Salem Abu Juma, de 30; Qusay Majdi Abdulah Abdul Razek, de 26; Mohammed Nazmi Abu Zagha, de 23; y Mohammed Zakaria Mohammed Al Zubaidi, de 21.
El más joven de los fallecidos, Mohammed Zakaria, era un líder de la brigada de Yenín, que engloba milicianos de distintos movimientos de resistencia palestinos, según han informado varios medios locales.
Zakaria era hijo de Zakaria Zubeidi, un histórico líder del movimiento de resistencia palestino que ganó importancia durante la Segunda Intifada (2000-2005) y que formaba parte de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, parte del brazo armado de la formación secular Fatah.
Anoche las fuerzas armadas israelíes mataron también a un menor de edad a tiros en el campamento de refugiados, convirtiéndolo en la sexta víctima de la noche en Tubas. Según la Media Luna Roja Palestina, el fallecido es Majed Fida Abu Zeina, de 16 años.
La agencia palestina de noticias Wafa denunció que las fuerzas armadas abusaron del cadáver del menor, sacándolo del campamento de refugiados en una excavadora y evitando que las ambulancias pudieran acceder a él.
La pasada noche negra en Tubas forma parte de la operación que el Ejército de Israel lanzó sobre Cisjordania ocupada el pasado miércoles 28 de agosto, que acumula 39 muertos palestinos, según el recuento de EFE.
Solo en Tubas 10 personas perdieron la vida desde el pasado miércoles, si bien los ataques de Israel también dejaron un reguero de víctimas en localidades como Tulkarem o Yenín, en el norte y conocidos bastiones de los movimientos milicianos palestinos.