En una operación valorizada en U$520 millones, la Empresa Nacional de Minería (Enami), concretó esta semana la venta de su activo más importante a Codelco: el 10% de participación en “Quebrada Blanca” de la canadiense Teck, ubicado en la Región de Tarapacá.
Como beneficio para Codelco, están los dividendos que obtendrá de las operaciones del proyecto, el mantenimiento de su porcentaje de participación en caso de aumentos de capital y el nombrar dos de los once directores de la sociedad.
Para Enami, la venta es un respiro de dinero, por medio del cual el vicepresidente ejecutivo de la empresa, Iván Mlynarz, aseguró que “nos permite salir del sobreendeudamiento y ser una compañía con una deuda llevadera”, detallando que su carga de deuda pasaría de US$740 millones a US$250 millones.
Sin embargo, esto generado críticas en gremios mineros y en el mundo político, argumentando que con este negocio no hay garantías para que las empresas estatales salgan de sus respectivas crisis.
Para Codelco, la operación tendría el sentido de expandir sus operaciones de cobre y elevar su producción, y por otro lado, asociarse con otro gran actor minero global como lo es Teck, controladora del 60% de Quebrada Blanca.
Así lo afirmó el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, quien dijo que “nuestra estrategia de desarrollo y fortalecimiento de la empresa a través de asociaciones nos permitirá potenciar nuestra posición en el mercado de cobre y de litio y, con ello, incrementar el aporte de valor que Codelco hace al país”.
La ministra de Minería, Aurora Williams, quien además preside el directorio de la Enami, explicó que la venta del 10% en Quebrada Blanca responde a la necesidad de generar recursos en el corto plazo y asegurar la continuidad del fomento a la pequeña y mediana minería.
“Creemos que la responsabilidad que nos compete como Gobierno es dar proyección a la Enami, y desde ese punto de vista, la transacción a lo que apunta es a la viabilidad del sector, a los pequeños y medianos mineros de nuestro país”, aseveró la ministra.
En el mundo privado este acuerdo ha sido cuestionado por una serie de factores. Por un lado, está la falta de una licitación pública que asegurara una mayor competitividad, y de esta manera, tener la mejor oferta posible.
Por otro lado, se criticó que el proceso fuera a puertas cerradas, en sesiones secretas, no siendo analizado por la mesa directiva de la corporación del cobre. Así lo comentó el presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Jorge Riesco.
El presidente de Sonami agregó: “Lo que vamos a pedir es que esto sea profundamente revisado por todas las instancias de control del Estado, para cerciorarnos que esto se hace a un valor justo”.
Una “historia repetida”
Otro de los argumentos presentados por el empresariado, es que la venta de activos de Enami a Codelco ya sería una “historia repetida”. En 2005, se concretó el traspaso de la Fundición Ventanas por US$393 millones para la cuprífera estatal.
Más tarde, en el 2008, la Enami cedió a Codelco su opción preferente de compra por el 49% de Los Bronces, de Anglo American.
Este tipo de negocios, según el presidente de la Cámara Minera de Chile, Manuel Viera, tratan de ocultar “el pobre manejo de las empresas estatales en los diferentes gobiernos, que generan más deudas que utilidades”.
“Es un problema de gestión, de gobernanza. Por lo tanto, tiene definitivamente que restructurarse la Enami para que vuelva a ser una empresa eficiente, digna de todos los chilenos”, apuntó Viera.
Rechazo también en el Congreso
En el Congreso, en las comisiones de Minería, existe un amplio rechazo a esta transacción.
Dentro del oficialismo, el diputado de la Federación Regionalista Verde Social, Jaime Mulet, sostuvo que con el cierre de Paipote, el despido de trabajadores, y la venta de este valioso activo, la actual administración de la Enami ha sido una de las peores en su historia.
En tanto, el senador de Renovación Nacional, Rafael Prohens, señaló que es un negocio redondo para Codelco, pero una desgracia para la Empresa Nacional de Minería.
Los ingresos que tendrá Codelco por su reciente adquisición del 10% en Quebrada Blanca, recién se registrarán desde el año 2031 en dividendos que se extenderán por dos décadas, los que en promedio, ascenderían a unos US$100 millones anuales.