“Venezuela es y será irremediablemente libre, soberana, independiente de Madrid, de España y del mundo entero”, resaltó el martes Nicolás Maduro e instruyó a su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, a mostrar al ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, el Acta de la Independencia del 5 de julio de 1811.
El mandatario venezolano hizo estas afirmaciones en un momento de tensión entre los dos países en torno al resultado de las elecciones venezolanas del 28 de julio, que dieron como ganador a Maduro, pero que Madrid cuestiona.
De hecho, está previsto que el Congreso español debata este miércoles el reconocimiento del candidato de la ultraderecha en las elecciones venezolanas Edmundo González Urrutia —asilado en España— como “presidente electo”.
Maduro también cargó contra el Partido Popular (PP) y Vox, formaciones que defienden la iniciativa que se votará en el Congreso español, tildándolas de “basura” y de “ultraderecha”.
“Fueron millones de españoles que apoyaron a Franco y que todavía votan por el PP, la basura del PP, de la ultraderecha, y la ultrabasura de Vox, que es la ultraultraderecha, que tiene un concepto colonialista de la América. Se va a demostrar mañana en una votación que tiene el Congreso”, fustigó el dignatario venezolano.
Tras el anuncio de los resultados preliminares que dieron como ganador a Maduro, la ultraderecha venezolana, liderada por la cabecilla opositora María Corina Machado, llamó a sus partidarios a desconocer el triunfo del jefe de Estado y a imponer al candidato González mediante la fuerza, lo que dio lugar a actos violentos en varias ciudades del país sudamericano.