La invasión israelí del sur del Líbano sigue su curso, aunque el avance haya reducido su velocidad desde que comenzó hace ahora una semana. El Ejército de Israel ha anunciado este martes el despliegue de otra división en territorio libanés, que se suma así a las tres que ya operan en el terreno. Al tiempo, el cruce de bombardeos entre las fuerzas israelíes y Hezbolá no merma. Este martes la milicia del partido chií libanés ha realizado uno de sus mayores ataques contra la localidad de Haifa, mientras que Israel asegura haber matado a un nuevo alto cargo del grupo islamista.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han anunciado que la 146ª División de Reserva “ha iniciado una operación terrestre selectiva y demarcada en el sector occidental del sur de Líbano contra objetivos e infraestructuras terroristas de la organización terrorista Hezbolá”. Esta es la primera división de reservistas que se utiliza en combate contra el país vecino y combatirá junto a las divisiones 98ª, 36ª y 91ª, que operan ya en los sectores centro y este del sur de Líbano.
La ofensiva, que fue lanzada tras dos semanas de ataques contra milicianos de Hezbolá, ha sido descrita por el Estado hebreo como una invasión “selectiva y limitada” contra “objetivos terroristas e infraestructuras” del grupo islamista. Por el momento el avance terrestre de esta región controlada por Hezbolá está siendo lento y el vice secretario general del partido, Naim Qasem, ha afirmado este martes que las tropas israelíes “no han logrado avances” significativos y que ya han superado los “dolorosos golpes” sufridos a nivel organizativo tras la muerte de su líder, Hasán Nasralá, y varios altos cargos. El último este mismo lunes.
Qasem ha insistido en que “los metros que hayan podido ganar [las tropas israelíes] no valen nada” y que “cuanto más se prolongue la guerra, más aumentarán las dudas de Israel”, ya que, según él, Hezbolá sigue cohesionado. En este sentido, ha afirmado que “han secado al enemigo durante once meses y han expulsado a decenas de miles de colonos“, en referencia a los más de 60.000 israelíes que han abandonado el norte de Israel como consecuencia de los bombardeos de Hezbolá que esta semana han cumplido un año. El líder provisional del grupo islamista ha reconocido que seguirán enfrentándose “al enemigo” tanto “en las líneas del frente” como “detrás de ellas”.
Esos enfrentamientos detrás de las líneas han tenido un episodio especialmente intenso este martes. Hezbolá ha lanzado más de 80 proyectiles contra la localidad norteña israelí de Haifa, en uno de los mayores ataques contra esta ciudad. Según las FDI, “la mayoría de los lanzamientos han sido interceptados por el sistema de defensa aérea”. No obstante, se han confirmado varios impactos y los servicios médicos han afirmado que una mujer de 70 años ha resultado herida por el impacto de metralla en una mano.
Por su parte, el Ejército israelí ha confirmado un bombardeo contra “objetivos terroristas de Hezbolá” en el sur de Beirut. El bombardeo ha alcanzado el barrio de Haret Hreik, aunque por el momento se desconoce si hay víctimas. Además, Israel ha anunciado que en uno de los ataques aéreos contra la capital realizado el lunes murió Suhail Hasin Hasini, jefe de operaciones logísticas de la organización islamista y miembro del Consejo de la Yihad de la milicia chií, el principal organismo militar del grupo. “La sede atacada contenía además la unidad de investigación y desarrollo de Hezbolá, implicada en la producción de misiles de precisión y en asuntos logísticos sobre almacenamiento y transporte de armas en Líbano”, reza un comunicado del Ejército hebreo. Por el momento Hezbolá no ha confirmado la muerte de Hasin Hasini.