El reciente ganador del Premio Nobel de Física 2024, Geoffrey E. Hinton, mejor conocido en el sector tecnológico como el “padrino de la Inteligencia Artificial”, aseguró durante su discurso del martes pasado que a parte de todos sus logros a lo largo de su carrera estaba “particularmente orgulloso de que uno de mis estudiantes despidiera a Sam Altman”, lanzando un claro dardo envenenado al CEO de OpenAI.
Hinton ha conseguido esta semana este importantísimo premio en parte por trabajar con redes neuronales artificiales, pero es una de las primeras personas y uno de los perfiles más importantes históricamente hablando dentro del mundo de la IA. Hace poco más de un año decidió abandonar su puesto de trabajo en Google para poder alertar e informar a la sociedad de los potenciales peligros de esta tecnología y de sus usos, sin afectar ni dañar la reputación de la compañía.
Y es que Hinton se ha convertido en uno de los abanderados en poner contexto y dar luz a los peligros y las malas prácticas que ciertas empresas están haciendo para monetizar al máximo la IA. Y en un escenario tan importante como el de la recogida de un Premio Nobel, Hinton no dudo en señalar a Sam Altman, CEO de OpenAI y creador de ChatGPT, como un peligro por sus ambiciones con esta tecnología.
“Estoy particularmente orgulloso de que uno de mis estudiantes despidiera a Sam Altman. Y creo que es mejor dejarlo ahí”, dijo Hinton, haciendo referencia a Ilya Sutskever, co-fundador de OpenAI, quien fue su alumno mientras se sacaba el doctorado en la Universidad de Toronto.
El motivo por el que dijo eso fue por que Sutskever, fue el responsable de que hace casi un año el que era y es CEO de OpenAI, Sam Altman, fuera despedido por su acercamiento “agresivo” en el desarrollo de la IA y su secretismo con los descubrimientos que hacían.
Aunque es cierto que la junta de OpenAI rectificó al poco tiempo, y readmitieron a Altman y le devolvieron su puesto, aunque eso provocó un efecto dominó que acabo con todos los miembros de la junta fuera de la empresa, incluido Sutskever, el cual ha fundado su propia empresa llamada Safe SuperIntelligence (SSI, superinteligencia segura).
Pero a Hilton no solo le molesta este acercamiento de Altman para el desarrollo de la IA, sino que también critica mucho el giro que ha pegado OpenAI abandonando el altruismo en favor de la rentabilidad, lo que lleva de nuevo a lo mismo, apartar el foco de la seguridad, y anteponerlo al desarrollo.
Con otras tecnologías quizás no es tan peligroso, pero cuando hablamos de IA, estamos hablando de dar capacidades humanas a máquinas, algo que sin control puede acabar muy mal, debido a que cada vez va a ser más difícil predecir y controlar los resultados de esos modelos de IA.
Hinton no es la única personalidad del sector que ha criticado a Altman, y es que personas tan influyentes y poderosas como Elon Musk también lo han hecho en numerosas ocasiones por motivos similares. Nadie pone en duda que la IA es una herramienta que va a revolucionar nuestras vidas, pero en su desarrollo debe primar siempre el ser humano y su seguridad, tal y como están pidiendo los expertos sin intereses monetarios detrás.
