El Banco Mundial afirmó este jueves que los países de medianos ingresos requieren de una mayor inversión en infraestructura básica para escapar de lo que denomina la “trampa del ingreso medio”, en referencia a un crecimiento económico sostenido, pero que no ha permitido reducir la pobreza.
Para escapar de esta trampa, prosiguió, los países necesitan ir a través de dos transiciones en el tiempo.
“Una transición con inversión en infraestructura, en digitalización, entre otros, y otra transición que demande inversión más infusión; es decir, invertir en todo aquello que facilite y eleve la rentabilidad de la inversión privada y traer la infusión de tecnología generada en otros lugares”, dijo Luis López-Calva, director general de la Práctica Mundial de Pobreza y Equidad del Banco Mundial.
“Adicionalmente se requiere de un paso más avanzado en el que se combine invertir con infusión de tecnología e innovación. O sea, que los países empiecen a generar su propia innovación tras los avances previos”, añadió durante el cuadragésimo período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en Lima.
López-Calva afirmó que el modelo de crecimiento basado en la creatividad e innovación requiere de una transformación institucional que, de no llevarse a cabo, causaría que los países queden atrapados en la transición requerida para salir de la pobreza.
“Hay temas institucionales que impiden ese tránsito a un modelo distinto. Se necesitan diferentes estrategias en diferentes escenarios de desarrollo”, apuntó.
Según el director del Banco Mundial, “estamos lejos de erradicar la pobreza extrema”.
La tasa de pobreza extrema ha caído de 37,9% en 1990 a 8,5% en el 2024. Pese a que 1.000 millones de personas han escapado de este nivel socioeconómico desde la década de los 90, el número de personas con menos de US$ 6,85 no ha cambiado.
Datos del BM muestran que el 44 % de la población global es pobre, por lo que “se ha logrado un avance muy reducido. Salir de la trampa del crecimiento económico medio es fundamental. No es suficiente, pero es una condición necesaria”, según López-Calva.
“Hay tres hechos concretos sobre los países de ingreso medio: su crecimiento es más lento, es distinto y complejo. Además, alrededor de 6.000 millones de personas de ingreso medio están atrapadas en una carrera contra el tiempo, ya que los países deben llegar a un nivel de ingreso importante antes de transitar hacia el envejecimiento demográfico o se volverá mucho más costoso sostener la seguridad social”, puntualizó.