El gigante tecnológico estadounidense, Google, acaba de firmar un contrato para utilizar los pequeños reactores nucleares de Karios Power con el objetivo de poder cubrir las grandes necesidades de energía que demandan los centros de Inteligencia Artificial que tienen.
La IA lleva en auge unos años ya, y poco a poco vamos conociendo más cómo funciona, los peligros asociados a ella y también el coste energético que tiene alimentar todos estos sistemas y servicios impulsados por dicha tecnología. Esto último es algo que tan solo se va a incrementar con los años debido a que el uso de la IA va a ser cada vez mayor, y las compañías propietarias de esta tecnología están buscando alternativas y nuevas formas de poder proporcionar la energía necesaria.
Esto no es solo una cosa de Google, sino que la élite tecnológica de EEUU, donde encontramos a empresas como Google, pero también Amazon o Microsoft se han lanzado al considerado “renacimiento nuclear” con el objetivo de abastecer a la IA de energía y reducir la dependencia de combustibles fósiles.
Como decíamos todo surge como plan de futuro para prepararse para el incremento de la demanda energética en la próxima década. Fue hace tan solo unos días, donde el propio CEO de Google, Sundai Pichar, habló abiertamente del tema asegurando que estaban evaluando tecnologías como pequeños reactores nucleares modulares. Y ahora acabamos de conocer que la compañía ha firmado un acuerdo hasta 2035 con la startup energética estadounidense Karios Power.
Lo cierto es que por ahora no se han desvelado más aspectos del acuerdo como cuánto vale el contrato o dónde se construirán las plantas. “Este acuerdo ayuda a acelerar una nueva tecnología para satisfacer las necesidades energéticas de forma limpia y fiable, y desbloquear todo el potencial de la IA para todos” afirma el ejecutivo de Karios, Jeff Olson.
Cabe destacar que el acuerdo todavía tiene que ser aprobado por la Comisión Reguladora Nuclear de EEUU, así como a los organismos locales, antes de que se les permita seguir adelante, pero parece que no habrá problemas. La energía nuclear, prácticamente no emite carbono y suministra electricidad las 24 horas del día, lo que la hace cada vez más atractiva para la industria tecnológica, que intenta reducir sus emisiones aunque consuma más energía.
Esto no está pasando desapercibido por Wall Street, que debido a la necesidad de grandes inversiones para crear estas infraestructuras eléctrica, las firmas eléctricas especializadas en esta energía se están disparando en bolsa, una tendencia que vistos los planes de las tecnológicas no va a dejar de crecer en la próxima década.