La política peruana se ha visto sumida, desde hace varias décadas, en una crisis de representatividad, ética y calidad institucional. El escenario actual muestra un Congreso y un gobierno dominados por intereses mezquinos, en lugar de un compromiso con el bienestar del país. Esto no solo ha afectado la capacidad del Estado para resolver los problemas más urgentes, como la inseguridad, la pobreza y la desigualdad, sino que ha socavado la confianza de los ciudadanos en la política misma. ¿Cómo llegamos a este punto? ¿Qué se necesita para revertir este panorama y construir una política digna, transparente y eficiente?
1. La Crisis del Sistema de Partidos
Una de las principales causas de esta debacle es la inexistencia de partidos políticos sólidos, democráticos y programáticos. Lo que hoy llamamos “partidos” en el Perú son, en su mayoría, vehículos electorales sin una estructura organizativa seria, sin ideología coherente, y mucho menos sin propuestas viables para el país. El enfoque de estas agrupaciones es meramente electoralista, lo que lleva a una política basada en promesas vacías y en la defensa de intereses particulares o de pequeños grupos.
Para que el Perú avance, necesitamos partidos que analicen a fondo la realidad y la problemática más álgida del país. La falta de debates serios y técnicos dentro de las organizaciones políticas ha producido una clase política mal preparada, que ocupa el Congreso y las instancias del gobierno, priorizando sus propios intereses sobre los del país.
2. La Urgencia de Formar Líderes y Partidos Democráticos
La base de cualquier cambio político real comienza con la formación de líderes éticos y bien preparados. No podemos esperar mejoras en la política sin antes construir partidos comprometidos con la democracia interna, donde se fomente el debate y se generen propuestas responsables y viables. Los partidos deben ser escuelas de formación, donde los militantes aprendan a analizar problemas desde una perspectiva seria y técnica, y se preparen para formular soluciones desde la realidad del país y no desde intereses personales o sectoriales.
Pero además de formación, es vital que estos partidos sean capaces de representar a diversos sectores de la sociedad. Perú es un país diverso, con múltiples formas de ver el mundo, y las agrupaciones políticas deben ser capaces de canalizar esas voces, generando un diálogo respetuoso entre ideologías, enfoques y propuestas. La polarización, fomentada por la falta de análisis profundo y la manipulación de la información, solo empeora la situación.
3. Limpiar la Política de Delincuentes y Mediocres
Uno de los desafíos más grandes es limpiar la política de aquellos que la han utilizado como un medio para enriquecerse a costa del país. Los “delincuentes de cuello y corbata” han corroído las instituciones y pervertido la función pública. Necesitamos mecanismos de control más rigurosos para evitar que personas con antecedentes de corrupción o sin la preparación adecuada ocupen cargos públicos.
Además, se debe apostar por la meritocracia y la transparencia. El Congreso y el gobierno deben estar conformados por personas que prioricen el interés público, que tengan una visión de país a largo plazo, y que trabajen por el bien común, no por intereses particulares.
4. La Calidad de los Debates y la Solución de Problemas
Otro aspecto crucial para elevar la calidad de nuestra política es mejorar el nivel de los debates. Los partidos políticos deben centrarse en discutir los problemas más importantes que afectan al país, como la inseguridad, la pobreza, la educación, la salud y la desigualdad, entre otros. No basta con señalar los problemas, es necesario que se presenten propuestas claras y viables. Y estas propuestas deben ser discutidas con seriedad, dentro y fuera de los partidos, con la participación activa de expertos y la sociedad civil.
Este proceso requiere un cambio de mentalidad en los políticos y en los ciudadanos. Los primeros deben asumir la responsabilidad de trabajar por el país, mientras que los segundos deben demandar más y mejores partidos, así como participar activamente en la vida política para exigir soluciones concretas.
5. Construcción de un Sistema de Partidos Sólido
Para lograr un cambio real, se necesita una reforma integral del sistema de partidos en Perú. Esta reforma debe incluir medidas para incentivar la creación de partidos con bases democráticas, ideológicas y programáticas claras. El fortalecimiento de los partidos es clave para construir una democracia sólida, que permita al país no solo soñar con un futuro mejor, sino también crecer y desarrollarse de manera sostenible.
Al mismo tiempo, es vital fomentar la formación política desde la juventud, con programas de capacitación que formen líderes preparados para los desafíos que enfrenta el país. Las fuerzas políticas que aspiren a ser la voz de los peruanos deben tener una visión seria y comprometida con la búsqueda de soluciones reales a los problemas que nos aquejan.
6. Perspectiva Latinoamericana
Este problema no es exclusivo del Perú; es un desafío que enfrentan muchos países en América Latina. Sin embargo, nuestra región tiene sus peculiaridades. Los sistemas políticos en América Latina han sido golpeados por la corrupción, el populismo y la inestabilidad, pero también hay una creciente demanda de cambio. Es necesario mirar más allá de nuestras fronteras, aprender de experiencias exitosas y evitar repetir errores del pasado.
Adecentar la política en el Perú es un desafío urgente y complejo, pero no imposible. Lograr que nuestro pueblo no vuelva a confiar en fuerzas políticas que han estafado la confianza de los peruanos y que han convertido0 al congreso y al ejecutivo, en escenarios de corruptelas y ..que han destruido la precaria institucionalidad del país.