La Provincia Dominicana del Perú confirmó la muerte del sacerdote y reconocido pensador universal a través de un comunicado oficial.
El reconocido teólogo peruano Gustavo Gutiérrez Merino, considerado el padre de la Teología de la Liberación, ha fallecido este 22 de octubre a los 96 años, según confirmó la Provincia de los Dominicos en el Perú, orden religiosa a la que pertenecía desde 2001
El Instituto Bartolomé de las Casas, fundado por Gutiérrez, se pronunció a través de sus redes sociales agradeciéndole por su trabajo “en favor de los pobres y los descartados por la sociedad”.
“Con profundo dolor, comunicamos que esta noche ha partido nuestro querido amigo y fundador Gustavo Gutiérrez. Damos gracias a Dios por su vida y su amistad. Su obra y trabajo en favor de los pobres y los más descartados de la sociedad seguirá iluminando el camino de la Iglesia por un mundo más justo y fraterno. ¡Gracias, Gustavo!”, se lee en el comunicado.
¿Quién fue Gustavo Gutiérrez Merino?
Gustavo Gutiérrez, nacido en Lima en 1928, fue una de las figuras más influyentes en el ámbito teológico y social de América Latina. A lo largo de su vida, dedicó su obra al análisis y denuncia de la pobreza y la desigualdad en el continente, transformando la reflexión religiosa al situar la experiencia de los oprimidos en el centro de la praxis cristiana.
Su obra más conocida, ‘Teología de la liberación. Perspectivas’, publicada en 1971, marcó un hito en la historia de la teología contemporánea, siendo no solo un llamado a la acción social desde la fe, sino también una crítica profunda al orden social y económico imperante. En sus páginas, Gutiérrez exploró cómo anunciar el mensaje cristiano en un mundo marcado por la injusticia estructural, defendiendo la opción preferencial por los pobres, un principio que se convertiría en eje central de su propuesta.
El impacto de su pensamiento traspasó fronteras y generó tanto adhesiones como debates dentro y fuera de la Iglesia Católica. A pesar de las críticas que recibió, especialmente desde algunos sectores conservadores del Vaticano durante los años 80, Gutiérrez mantuvo un diálogo abierto con las autoridades eclesiales, llegando a reformular algunos aspectos de su obra, sin renunciar a su compromiso con los más necesitados.
La vida de Gutiérrez estuvo marcada por su cercanía a los pobres, no solo desde el ámbito intelectual, sino también en su labor pastoral. Tras su regreso de estudiar teología en Europa, se desempeñó como párroco en el distrito del Rímac, en Lima, donde convivió con las comunidades más vulnerables, experiencia que alimentaría su reflexión y compromiso social.
En 2018, el Papa Francisco, quien ha retomado y fortalecido la opción preferencial por los pobres en su pontificado, le envió una emotiva carta por sus 90 años, reconociendo su inmenso aporte a la Iglesia y a la humanidad: “Gracias por cuanto has contribuido a la Iglesia y a la humanidad, a través de tu servicio teológico y tu opción preferencial por los pobres y los descartados de la sociedad”.
Gustavo Gutiérrez deja un legado teológico y humanista que seguirá inspirando a generaciones de creyentes y no creyentes en la búsqueda de una sociedad más justa y equitativa.
Exequias
La orden dominica en el Perú ha anunciado que en los próximos días se celebrarán misas en su honor y un homenaje en la Basílica de Santo Domingo, en Lima. Los restos del padre Gutiérrez se velarán desde mañana 23 de octubre por la noche en el salón de velatorios de la comunidad de los dominicos en el centro de Lima. Hora por confirmar.
Fuente: La República