El canciller alemán, Olaf Scholz, ha afirmado este sábado que la clave para que Alemania pueda competir con otros emplazamientos industriales no pasa por empeorar las condiciones laborales, sino por hacer el trabajo más “atractivo” y apostar por la “calidad”.
“Las empresas alemanas no son exitosas porque pueden ofrecer condiciones de trabajo más baratas que la competencia en China o Brasil”, ha asegurado en un mensaje semanal a los ciudadanos, en el que ha abordado en esta ocasión las preocupaciones por el estancamiento de la economía germana.
“Lo son porque, gracias a unos hombres y mujeres bien formados y bien remunerados, pueden suministrar la máxima calidad”, ha agregado, al tiempo que ha precisado que “el mejor programa de crecimiento es hacer el trabajo más atractivo”.
Scholz ha lanzado un dardo contra la oposición conservadora, a la que ha acusado de no mostrar “respeto” por decir que en Alemania no se trabaja lo suficiente y ha destacado que el año pasado los empleados alemanes batieron un récord con 55.000 millones de horas trabajadas.
“Buenas condiciones de trabajo, sueldos decentes, más empleo: así cuidamos de que haya más crecimiento. Así aseguramos nuestro sistema social, también de cara al futuro. Así reforzamos el ‘Made in Germany'”, ha enfatizado el canciller socialdemócrata.
Scholz ha señalado en este sentido la importancia de mejorar la oferta de guarderías públicas para facilitar la incorporación al mercado laboral de las mujeres, ya que el 50% trabaja a tiempo parcial.
Además, ha expresado su apoyo a las medidas para que las personas que pierdan su trabajo poco antes de la jubilación puedan recibir una nueva cualificación o para que quienes alcanzan la edad de retirarse puedan seguir trabajando voluntariamente.
También ha recordado que su Gobierno ha puesto en marcha una nueva ley de inmigración para obtener mano de obra cualificada de todo el mundo.
Finalmente, Scholz ha advertido de que las ayudas sociales no son una “renta mínima garantizada” y que “quien puede trabajar, debe hacerlo”, por lo que ha defendido el uso de sanciones contra quienes “quieren abusar de nuestro Estado social”.
