El FMI prevé que la expansión económica en América Latina “se modere” este año a 2.1% y advierte que la falta de reformas puede desencadenar un “círculo vicioso de bajo crecimiento, descontento social y políticas populistas”.
América Latina “se enfrenta a una trayectoria de crecimiento decepcionante” y hay que “centrarse en cómo mejorar”, afirmó este jueves la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva.
Pero no es una región monolítica. “El Caribe y América Central están mejor que la media mundial”, añadió.
En su informe anual para la región divulgado este viernes durante las asambleas del FMI y el Banco Mundial en Washington, la organización financiera internacional prevé un crecimiento económico de 2.1% en 2024, y 2.5% en 2025.
Por países, el fondo pronostica una expansión para Brasil de 3%, México 1.5%, Bolivia 1.6%, Colombia 1.6%, Ecuador 0.3%, Chile 2.5%, Paraguay 3.8%, Perú 3%, Uruguay 3.2%, Venezuela 3%, Costa Rica 4%, El Salvador 3%, Guatemala 3.5%, Honduras 3.6%, Nicaragua 4%, Panamá 2.5% y República Dominicana 5.1 por ciento.
La economía de Argentina, que debe saldar un préstamo de 44.000 millones de dólares con el Fondo, se contraerá 3.5 por ciento.
Los países del Caribe dependientes del turismo progresarán 2,8% y los no dependientes 16.5 por ciento.
La inflación ha caído considerablemente y está cerca del objetivo.
Las previsiones varían entre países: México 4.5%, Bolivia 6%, Brasil 4.3%, Chile 4.5%, Colombia 5.7%, Ecuador 2.8%, Paraguay 4%, Perú 2.4%, Uruguay 5.4%, Costa Rica 0.9%, El Salvador 2%, Guatemala 4%, Honduras 4.7%, Nicaragua 4.8%, Panamá 1.3% y República Dominicana 3.7 por ciento.
La inflación terminará el año disparada en dos países: Venezuela, con 60% de subida de precios, y Argentina, con 140%, para después caer al 45% en 2025.
Durante la primera mitad de 2024, las autoridades argentinas han logrado el primer superávit fiscal en 16 años, han reconstruido reservas y han reducido la inflación más rápidamente de lo previsto, recuerda el Fondo.
“Están surgiendo señales de estabilización económica” en Argentina pero “el ritmo de recuperación sigue siendo incierto y desigual entre los sectores”, añade.
A pesar de las tensiones geopolíticas globales los flujos comerciales de la región no han cambiado.
Estados Unidos sigue siendo el principal destino de exportación, con una participación aproximadamente estable de alrededor de la mitad de todas los bienes exportados de Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Uruguay. El volumen es del 80% en el caso de México.
Entre tanto, la relación comercial con China ha pasado de un 10% de los intercambios totales antes de 2017 a alrededor de 15% en los últimos años.
A nivel regional el FMI recomienda “avanzar sin demora” con la consolidación fiscal para “reconstruir los colchones (de reservas) mientras se protege la inversión pública prioritaria y el gasto social”.
A medio plazo el crecimiento regional se mantendrá en “su bajo promedio histórico” debido a temas no resueltos, como la baja inversión y productividad, y los cambios demográficos.
El FMI está preocupado. “La agenda de reformas en curso es escasa y podría llevar a un círculo vicioso de bajo crecimiento, descontento social y políticas populistas”, alerta.
Para impedirlo propone fomentar todos los motores del crecimiento, lo que implica mejorar la gestión, con gobiernos más eficaces y que combatan la criminalidad, aumentar el comercio internacional y la inversión pública, sin olvidar “las políticas para abordar el cambio climático”.