Decenas de miles de colonos israelíes abandonaron sus casas en asentamientos y ciudades del norte de la Palestina ocupada hace más de un año debido al lanzamiento de misiles y cohetes por parte del Movimiento de Resistencia Islámica del Líbano (Hezbolá).
El ejército israelí intensificó las agresiones aéreas y terrestres contra el Líbano desde septiembre so pretexto de “destruir a Hezbolá” y “desmantelar sus túneles, depósitos de armas y su infraestructura de ataque”, en un intento de que los habitantes del norte pudiesen retornar a sus hogares.
Sin embargo, el Canal 12 israelí informó el viernes que prevalece una “intensa ira” entre los colonos del norte de la Palestina ocupada por las afirmaciones de los líderes del ejército “sobre la posibilidad de su regreso a los asentamientos a la luz de los continuos bombardeos con misiles de Hezbolá”.
El medio hebreo agrega que “incluso después del final de esta batalla y el regreso de los residentes del norte, la cúpula militar y de seguridad israelí “no puede garantizar que no se lanzarán misiles desde el Líbano”.
“Vemos fuego continuo desde el Líbano, e incluso está aumentando en número y alcance”, asegura el informe, haciendo referencia al aumento sin precedentes de los ataques con misiles y drones de Hezbolá que no han dejado ningún sitio seguro en los territorios ocupados palestinos.
Hezbolá ha intensificado sus ofensivas contra los objetivos israelíes en represalia por las agresiones brutales de los sionistas contra El Líbano, las cuales han dejado más de 3150 muertos.
En un discurso el miércoles, el nuevo líder de Hezbolá, el sheij Naim Qasem, enfatizó que todo el territorio ocupado por Israel está en la mira de drones y misiles del movimiento libanés, y que Israel no podrá tener éxito en la guerra.
