Fernando Rospigliosi Capurro (77) es limeño, periodista, sociólogo y analista político. Hoy, una de las voces más comprometidas del fujimorismo, en su lucha contra la “mafia caviar”, fue militante de la izquierda radical, ácido opositor a Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos y a Keiko Fujimori. La semana pasada consiguió, entre otras reivindicaciones que se restituya el nombre de Alberto Fujimori en la constitución Política del Perú. Había sido retirado tras la condena del expresidente por delitos de lesa humanidad.
Rospigliosi estudió y se graduó de Sociología en la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Militó en Vanguardia Revolucionaria entre los años 1968 y 1980. Era un partido de izquierda radical que llegó a participar en dos elecciones generales.
En esa época fue codirector del semanario Amauta, Semanario de los Trabajadores y de los Pueblos Jóvenes junto con Óscar Dancourt. Una publicación comprometida con los ideales revolucionarios de entonces. También fue investigador del Instituto de Estudios Peruanos, hoy tildado por el fujimorismo de caviar, y profesor en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima.
En los últimos años del gobierno de Alberto Fujimori, fue denunciante permanente de los delitos e irregularidades cometidas por el finado expresidente y sus congresistas. En especial, del oscuro papel de Vladimiro Montesinos. De esa época son sus dos publicaciones más conocidas. Estuvo entre los que más celebraron la caída del que consideraba un dictador y corrupto mandatario.
Hoy, como congresista del Fuerza Popular, es el presidente de la Comisión de Constitución y Reglamento donde su función ha sido impulsar el debilitamiento del sistema electoral del país. Cambios estratégicos en las leyes orgánicas, Electoral, de los Partidos Políticos y el Jurado Nacional de Elecciones, así como cambios en cuatro artículos de la Constitución del Perú que, de acuerdo a diversos analistas, son lesivas a la democracia y las futuras elecciones del 2026.
Rospigliosi, el periodista
Alejado de la militancia, se dedicó al periodismo de investigación y opinión. Trataba temas de seguridad ciudadana, narcotráfico, terrorismo y derechos humanos. Llegó a ser editor de la sección política y columnista de la revista Caretas; de los diarios Perú 21, La República y El Comercio. Era uno de los más notorios caviares, según la definición que desde entonces comenzó a popularizarse. Ahora solo se publican sus columnas en el Diario Expreso y los portales web Lampadia y El Reporte.
Participó también en programas televisivos como Panorama, Cuarto Poder y Prensa Libre. Y dirigió las revistas Debate y Quehacer, cuyo perfil es considerado pro derechos humanos, progresista y muy crítico del autoritarismo, el militarismo o los privilegios de la aristocracia.
Es autor de los libros: “Sendero: historia de la guerra milenaria en el Perú” (1990); “Montesinos y las Fuerzas Armadas: Cómo controló durante una década las instituciones militares” (2000); El arte del engaño: las relaciones entre los militares y la prensa (2000); La gran coima” (2001) y “El caso BTR” (2010), sobre la violencia política y la corrupción en el país.
Férreo opositor a Alberto y Keiko Fujimori
Se le recuerda como un férreo opositor al gobierno de Alberto Fujimori y a la presencia de Vladimiro Montesinos en asuntos de Estado, pero también, de Keiko Fujimori. Tras algunos años de ausencia de la política, tras su accidentado paso como ministro de Alejandro Toledo (2001-2004), en 2015, Pedro Pablo Kuczynski, como candidato presidencial, lo presentó como su jefe de campaña. Tres meses después, lo despidieron del cargo. Entonces mostró un inexplicable acercamiento al fujimorismo. Y luego apareció como candidato al Congreso por Fuerza Popular, sin éxito, pues solo obtuvo algo más de 14 mil votos.
El programa periodístico Punto final reveló que, el 15 de setiembre de 2020, la empresa consultora de Rospigliosi recibió un pago de 180 mil soles de Keiko Fujimori, entonces candidata presidencial. El supuesto asesoriamiento era para ofrecer pautas de acción sobre la inseguridad en el Perú.
Para ese momento, se presentaba como analista político independiente. Era columnista de El Comercio y formaba parte del programa de streaming 3D, de La República TV, junto a Augusto Álvarez Rodrich y Mirko Lauer. Se vio obligado a renunciar al programa y el decano de la prensa también lo retiró de su plana de columnistas.
Rospigliosi dijo entonces sobre lo revelado de su consultoría: “es un cargamontón de comunistas y caviares, de su maquinaria mediática y de sicarios opinólogos. Significa que les duele lo que digo y escribo”.
Fue ministro del Interior
Fernando Rospigliosi llegó a ser ministro del Interior durante el gobierno de Alejandro Toledo, entre julio de 2002 y febrero de 2003. Y así como tuvo algunos logros como la captura del cabecilla senderista Óscar Ramírez Durand, alias ‘Feliciano’, fue cuestionado por su manejo del conflicto social en Ilave, Puno, donde fue asesinado el alcalde Cirilo Robles.
También por su presunta injerencia en el Poder Judicial para favorecer a su hermano Enrique Rospigliosi, investigado por corrupción.
Pero su vena autoritaria se reveló durante el conflicto social denominado el “Arequipazo”, en la ciudad blanca. La protesta era por el interés del gobierno de Toledo de privatizar la empresa de generación eléctrica EGASA, pese a que había firmado un compromiso expreso de no hacerlo, durante la campaña.
Ante una de las protestas más fuertes que Arequipa recuerde en los últimos tiempos, Rospigliosi decidió reprimirlas a punta de la fuerza policial, con refuerzos de Lima. Murieron dos estudiantes universitarios, entre el 17 y el 18 de junio. El General Oscar Gómez de la Torre, nombrado “Jefe del Comando Político Militar que asumirá el control del orden interno en el departamento de Arequipa”, declaró tiempo después que recibió la orden por parte de Rospigliosi de restablecer el orden en la ciudad de Arequipa “a cualquier costo”. Él se negó, según dijo, por ser arequipeño principalmente, por lo que fue pasado a retiro poco después.
Rospigliosi como congresista fujimorista
Como se sabe, en las elecciones generales del 2021, Rospigliosi se sumó al equipo técnico de Keiko Fujimori, candidata presidencial de Fuerza Popular. Fue propuesto como ministro del Interior, de ganar Keiko en la segunda vuelta electoral a Pedro Castillo.
También figuraba en la lista de aspirantes a congresistas, pero no accedió a una curul al obtener solo 14 mil votos preferenciales. Así, quedó como accesitario. Al fallecer Hernando Guerra García, vocero del fujimorismo en el Congreso, asumió el puesto anunciando que seguiría “la línea política del fallecido congresista”.
Desde julio de este año, reemplazó en la presidencia de la Comisión de Constitución a la hoy vicepresidenta Patricia Juárez, quien inició lo cambios significativos a la Carta Magna. Pero hoy en día, Rospigliosi continúa con un programa que debilita el sistema electoral, favorece a los partidos que hoy tienen bancadas y concentra más poder en el Legislativo.
Lo que decía del fujimorismo y de Alberto Fujimori
Para el número 154, de marzo-abril de 1988, en la Revista Nueva Sociedad | Democracia y política en América Latina, Rospigliosi escribió un artículo titulado “Fujimori y El Niño. Campaña reeleccionista en aguas turbias”. Entre otros análisis, dice: “Hoy día, el nuevo alcalde limeño, Alberto Andrade, también un «independiente», aparece en las encuestas como el más serio rival de Fujimori para las elecciones del año 2000. La estrategia del gobierno para recortar atribuciones a los municipios tiene por eso, hoy también, un objetivo específico, que es el de destruir a Andrade, además del propósito más general de concentrar el poder e impedir el surgimiento de movimientos contestatarios en las provincias”.
“Otra razón por la que Alberto Fujimori y los militares que cogobiernan desarrollaron esta estrategia de control de los municipios, es que no tienen ni quieren un partido político. Tienen solo un rótulo electoral, que inclusive van modificando en cada elección. Sin un partido organizado es imposible postular miles de candidatos en las provincias y distritos del país. Por eso, también, han recurrido al método de debilitar a los municipios”.
“Lo de su salud (de Alberto Fujimori) ha sido un cuento”
En el 2018, cuando Kuczynski le dio el indulto a Alberto Fujimori, Rospigliosi declaraba en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio: “Sin duda, él [Alberto Fujimori] va a hacer política. El indulto humanitario o ‘el indulto médico’ —como dice el presidente—no es tal. Alberto Fujimori tiene 79 años, y tiene problemas de salud, como una persona de esa edad, con hipertensión, etcétera. Pero no está en una situación de extrema gravedad ni mucho menos”, dijo en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.
“Eso [su salud y el indulto] ha sido un cuento que ha contado el Gobierno, el presidente Kuczynski, para justificar su negociado político con el sector ‘albertista’ del fujimorismo que le permitió sobrevivir a la vacancia”, declaró.
Sobre Fuerza Popular y Keiko Fujimori, su actual lideresa
Cuando criticaba a Fuerza Popular, Rospigliosi afirmó, en el 2019, que “las posibilidades de ese partido para las elecciones del 2021 eran nulas. Debido a que Keiko Fujimori quedó ‘arruinada’ tras las acusaciones en su contra y la prisión preventiva por el caso Odebrecht”.
“Keiko Fujimori ha quedado arruinada con estas acusaciones que le han hecho. Con el hecho que la hayan llevado a la cárcel, que no demuestra culpabilidad. Pero para la mayoría de la gente estar en la cárcel ya es prácticamente como si fuera culpable. Políticamente, para el 2021 ya totalmente está arruinada. Para después no sabemos (…). Para el 2021 no hay posibilidades de que el rechazo inmenso de la población vaya a cambiar”, decía en Radio Santa Rosa.
“Keiko vivía a cuerpo de reina con la plata que le daba Montesinos”
Cuando se le consultó sobre si la lideresa de Fuerza Popular conocía la corrupción que rodeaba a su padre y Vladimiro Montesinos, Fernando Rospigliosi rompió a carcajadas: “Ja, ja, ja, ja. Pero, si ella vivía en Estados Unidos a cuerpo de reina con la plata que le daba Vladimiro Montesinos. Con la plata que se robaban del Estado. Y por supuesto han tenido unas cuentas enormes porque Fujimori se fue con la maleta llena de plata. Entonces, por favor, estaba metida hasta el cuello en la corrupción, Fujimori imposible que no supiera. Es como si (A) Fujimori no hubiera sabido lo que hacía Montesinos”, expresó sin dudarlo.
También en el 2018, cuando se desarrollaba la investigación a la lideresa de FP por los dichos de Jorge Barata y el caso cócteles, declaró: “Respecto al respaldo que le da Keiko a Yoshiyama y Bedoya, ella dice que les cree. El problema es que a ella nadie le cree”. (Programa No Hay Derecho de Ideleradio).
Eso, entre otras muchas declaraciones y afirmaciones que hizo en sus publicaciones que lo ubicaron como una de los principales defensores de la democracia y acusadores de la dupla Fujimori -Montesinos. Hoy, rinde sentidos homenajes al primero y -según trascendió- mantiene comunicación con el segundo.
Fuente: El Búho