La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) informó que el valor bruto de la producción agropecuaria de Bolivia en 2024 cayó un 18,2% debido a los efectos combinados de la sequía y la falta de diésel, dos factores que golpearon tanto la campaña de verano 2023-2024 como la campaña de invierno 2024.
El informe detalla que la irregularidad en el abastecimiento de diésel ha sido uno de los problemas más críticos para el sector, afectando la capacidad de los productores para realizar labores agrícolas de forma oportuna.
Además, la falta de dólares encareció los insumos importados, lo que disparó los costos de producción a niveles insostenibles para los agricultores de todos los rubros.
“Los problemas del sector agropecuario, lejos de terminar, se han agudizado. La falta de diésel, la escasez de dólares y las constantes intervenciones del Gobierno de Luis Arce en algunas cadenas productivas están fracturando la producción local”, señaló la CAO en su informe.
Otro punto de preocupación para el sector es la posibilidad de que las medidas restrictivas impuestas por el Gobierno boliviano se consoliden de forma permanente en la Ley del Presupuesto General del Estado (PGE) 2025.
Según la CAO, esto generará más desincentivos para la producción local y aumentará la tendencia al contrabando, perjudicando la oferta interna de alimentos.
Se trata de la disposición adicional séptima, la cual permite el decomiso, control y fiscalización de los productos alimenticios que sean almacenados con el objetivo de especular con su precio durante un periodo de escasez.
De cara a la campaña de verano 2024/2025, el sector proyectó inicialmente sembrar 1,7 millones de hectáreas de cultivos industriales, lo que representaría un aumento del 5,61% con respecto a la superficie cultivada en la campaña anterior.
Sin embargo, las previsiones son inciertas debido a la falta de diésel, los elevados costos de insumos y la restricción de financiamiento.
“El escenario para 2025 se torna complejo. De continuar la situación actual, algunos productores podrían quedar fuera de la actividad productiva”, alertó la CAO.
La crisis también afecta al sector pecuario, que ha visto encarecidos los costos de alimentación animal debido a la subida de precios de insumos. Este aumento de costos podría hacer inviable la actividad para ciertos productores pecuarios en 2025, advirtió la CAO.
Por ello, el presidente de la CAO, José Luis Farah, advirtió que la soberanía alimentaria del país se mantiene en riesgo. A pesar de las dificultades, afirmó que los productores seguirán trabajando para garantizar el abastecimiento de alimentos a la población, generar empleos y contribuir con divisas al país