Nasry Asfura, líder del oficialista Partido Nacional de Honduras, felicitó a Xiomara Castro por hacerse con la mayoría de los votos en las elecciones presidenciales celebradas el pasado domingo. Aún a la espera del recuento final, a la ex primera dama y líder izquierdista le esperan grandes retos como la primera presidenta de esta nación centroamericana.
Este martes, Nasry Asfura, líder del oficialista Partido Nacional de Honduras, admitió su derrota en las elecciones presidenciales del domingo. De esta manera, la izquierdista Xiomara Castro se prepara para convertirse en la primera presidenta de la historia del país.
Castro, del partido Libertad y Refundación (Libre) acumula el 53,49% de los votos, casi 20% más que Nasry Asfura, quien cuenta con el 33,98%. Esto cuando se han contado el 52,07% de los votos.
En las elecciones en Honduras no hay segunda vuelta y gana el aspirante que consiga la mayoría de los votos, por lo que Castro ya ha proclamado una “victoria rotunda en todo el país”. La ex primera dama durante el gobierno del derrocado José Manuel Zelaya asumiría el poder el 27 de enero de 2022.
Asfura confesó que se reunió “con Xiomara Castro y toda su familia”, y que fue “a su casa para felicitarle personalmente”.
“Ahora quiero decirlo públicamente que la felicito por su triunfo, y como presidenta electa deseo que Dios la ilumine y la guíe para que en su Administración haga lo mejor para beneficio de todos nosotros los hondureños, para lograr ese desarrollo y los anhelos de la democracia”, manifestó.
El alcalde de Tegucigalpa también le pidió a Castro “el respeto de los resultados de los candidatos a diputados y alcaldes del país” y agradeció a todos los que lo apoyaron en los comicios.
Asfura también expresó el amor que siente por su país, y pidió a sus compatriotas fortalecer “la democracia y la paz para beneficio de esta gran familia que se llama Honduras”.
“Nuestro país es bello y no es como lo miran afuera, nosotros respetamos la voluntad del pueblo expresada en las urnas, porque esa es la decisión de las mayorías. El país necesita reconciliación y unidad para lograr la armonía y el trabajo que es el camino que nos llevara al desarrollo que todos anhelamos. Aquí estoy y estaré siempre a la orden”, sostuvo.
Por su parte, Castro publicó en su cuenta de Twitter una foto de su reunión con Asfura y destacó que su contrincante “acepta la voluntad del pueblo”. “¡Pueblo, no te voy a fallar! Con mis promesas retornaremos al orden democrático”, afirmó.
Previo a esto, Kilvett Bertrand, el secretario del Comité Central del gobernante Partido Nacional de Honduras, ya había reconocido la victoria de Castro. En una entrevista para Radio América, dijo que “hoy pueden ver el clima de paz y tranquilidad que hay en el país, aunque el Partido Nacional no haya sido electo a la cabeza del gobierno”.
Sin embargo, aseguró que “le decimos a la base del Partido Nacional con la cabeza en alto que vamos a crear un gobierno de oposición para cuidar la democracia del país”.
La llegada de la esposa de Manuel Zelaya -presidente de Honduras entre 2006 y 2009, cuando un golpe de Estado puso un fin anticipado a su mandato- al sillón presidencial concluirá un período de 12 años en el poder del Partido Nacional. Asimismo, Honduras volverá a ser un país con un gobernante de izquierda. La ganadora de los comicios reemplazará al derechista Juan Orlando Hernández, quien termina su segundo mandato en medio de señalamientos de narcotráfico en Estados Unidos.
En las elecciones generales del domingo participó más del 68 % de un padrón electoral de 5,1 millones de personas. En ellas, se votó por un presidente, tres vicepresidentes, 128 diputados al Parlamento local, 20 al Centroamericano y 298 alcaldías municipales.
Estados Unidos espera “trabajar” con Castro para fortalecer la democracia
Antony Blinken, secretario de Estado de EE. UU., utilizó su cuenta de Twitter para felicitar a la líder del partido Libertad y Refundación.
“El pueblo hondureño ejerció su poder de votar en unas elecciones libres y justas. Los felicitamos a ellos y a la presidenta electa, Xiomara Castro, y esperamos trabajar juntos para fortalecer las instituciones democráticas, promover el crecimiento económico inclusivo y luchar contra la corrupción”, escribió.
Las palabras de Blinken coincidieron con las de Brian A. Nichols, el jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina. En una audiencia del comité de Exteriores del Senado de EE.UU. celebrada este martes, aseguró que tanto él como el Gobierno de su país “estamos deseando trabajar con ella”.
Y agregó que “tengo esperanzas de que en Honduras vayamos a ver el tipo de cambios que hemos estado pidiendo”. Esto, en relación a la corrupción y y a los miles de hondureños que migran hacia Estados Unidos. Además prometió que “luchará por mejores trabajos con mejores salarios para el país centroamericano”.
Para el analista Raúl Pineda, “Estados Unidos no quiere perder la amistad de Honduras, donde tiene una base militar desde los años 80”.
“Tienen una mala relación con El Salvador, una mala relación con Nicaragua, la relación con Guatemala se ha enfriado mucho, por lo que perder a Honduras sería perder el control de Centroamérica”, indicó Pineda, quien agregó que “los estadounidenses sienten que están perdiendo influencia en Centroamérica”.
El contraste entre la jornada electoral y los momentos previos a los comicios
Para la misión de observación de la Unión Europea, “la jornada electoral transcurrió con calma. Los votantes acudieron en gran número mostrando fuerte compromiso por la democracia”. Esto, a pesar de que muchos temían enfrentamientos, ante la posibilidad de que una de las partes rechazara los resultados.
En una comparecencia para presentar un balance de la misión en Honduras, el presidente de la delegación del Parlamento Europeo, Javier Nart, destacó que “el proceso de votos funcionó, los ciudadanos pudieron expresar libremente su voluntad democrática”. Además, aplaudió el protagonismo de las mujeres en las mesas electorales y como observadoras.
Sin embargo, según Zeljana Zovko, líder de la misión, los comicios se caracterizaron “por una gestión muy politizada, unos niveles de violencia política sin precedentes y el evidente abuso de recursos del Estado durante la campaña”.
Los observadores de la UE reportaron “el uso indebido de recursos administrativos mediante el aumento de la distribución de bonos de ayuda en ocho (de los 18) departamentos, en conexión con actividades de campaña del Partido Nacional”. Esto con el fin de presionar a los empleados públicos para que asistieran a los mítines.
También detectaron “inauguraciones de proyectos públicos, así como la distribución de paquetes de alimentos y bienes por parte del Partido Nacional, Partido Liberal y Libre en 14 departamentos”.
Finalmente, Zovko recordó que “al menos seis alcaldes, candidatos y activistas fueron asesinados en las semanas previas a las elecciones”.
¿A qué retos se enfrenta la futura presidenta de Honduras?
Xiomara Castro se enfrentará a grandes retos como presidenta de Honduras. La futura mandataria tomará las riendas de un país socavado por la corrupción. Según Transparencia Internacional, la nación centroamericana ocupa el puesto 157 entre 180 países en el índice de percepción de la corrupción.
Además, deberá contener la migración. Desde octubre de 2018, más de doce caravanas de migrantes han partido de Honduras con la esperanza de llegar a Estados Unidos, flujos impulsados por la violencia de pandillas y la falta de empleo. Cabe recalcar que el 59 % de los 10 millones de habitantes del país viven en situación de pobreza. Algo que se agudizó por la pandemia del Covid-19, durante la cual desempleo prácticamente se duplicó: pasó de 5,7% en 2019 a 10,9% en 2020.
También gobernará un país considerado un “narcoestado”. Según la directora del Observatorio de Violencia de la Universidad Nacional, Migdonia Ayestas, “el narcotráfico alcanza niveles muy altos”, al punto que se ha infiltrado en las instituciones del Estado.
Por otro lado, está la violencia. Ayestas considera que “Honduras sigue siendo un país violento, ocupa el primer lugar en tasa de homicidios [en América Central], el año pasado fue de 38,9 por cada 100.000 habitantes”.
Finalmente, Castro se medirá a una sociedad machista y conservadora. Según cifras del Centro de Estudios de la Mujer de Honduras, unas 2.300 mujeres son violadas anualmente en el país. El 60 % de las víctimas son menores de edad y un 30 % del total resulta embarazada tras el abuso.
