Las defensas antiaéreas rusas derribaron la pasada noche 337 drones sobre el territorio de país, incluida las afueras de Moscú, en el mayor ataque ucraniano desde el comienzo de la invasión rusa en Ucrania, según ha informado este martes el Ministerio de Defensa de Rusia en su canal de Telegram.
Como consecuencia del ataque, al menos tres personas han muerto y una decena han resultado heridas, según recoge la agencia TASS. El gobernador de Moscú, Andréi Vorobiov, ha confirmado el balance provisional de víctimas, indicando que los afectados se encontraban en las localidades de Dinoye, a unos tres kilómetros al sur de la capital, y de Yam, a unos ocho kilómetros, según un comunicado publicado en su canal de Telegram.
Así, ha explicado que los restos de uno de los drones cayeron en un aparcamiento junto a una empresa en Yam, donde ha muerto un guardia de seguridad de 38 años y dos personas han resultado heridas. Uno de ellos, de 50 años, está en cuidados intensivos con una herida en la cabeza.
En esta misma localidad, pero en una zona residencial, una mujer de 43 años ha resultado herida y se encuentra en estado grave. En Dinoye, seis personas han resultado heridas leves, incluido un niño de cuatro años. También han caído restos en una zona de almacenes, pero no se han registrado víctimas.
En último lugar, en la ciudad de Rámenskoye se han registrado daños contra varios apartamentos, mientras que cinco personas han buscado ayuda médica, todos por cuadros de ansiedad.
A su vez, el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, ha calificado el ataque de anoche como el más masivo registrado contra la capital. “En las proximidades de Moscú fueron derribados 74 drones, y en distintos puntos, cientos de aparatos no tripulados de ataque. Gracias a las fuerzas de la Defensa Antiaérea por su magnifico trabajo”, escribió Sobianin en su canal de Telegram.
Según el mando militar, del total de drones derribados la pasada noche 126 fueron destruidos sobre la región de Kursk, donde las tropas rusas intentan expulsar a las fuerzas ucranianas que controlan parte de su territorio desde agosto del año pasado. Los demás aparatos no tripulados fueron abatidos sobre las regiones Briansk (38), Bélgorod (25), Riazn (22), Kaluga (10), Lípetsk (8) Oriol (8) Voronezh (6) y Nizhni Nóvgorod (3).
Aunque Moscú no ha reconocido por el momento este ataque, el Ejército y los servicios de inteligencia ucranianos han asegurado que en la ofensiva aérea alcanzaron también una refinería de petróleo que procesa 11 millones de toneladas de crudo al año y suministra a la capital rusa hasta la mitad del combustible que necesita, según afirmó el Estado Mayor ucraniano en un comunicado.
Además, las fuerzas armadas y de seguridad ucranianas también alcanzaron anoche una fábrica de la región rusa de Oriol que ofrece apoyo tecnológico al oleoducto ruso Druzhba y es clave, según el Estado Mayor ucraniano, para el suministro de petróleo a la región de Leningrado.
El ataque masivo con se produjo horas antes de la reunión que mantendrán este martes en la ciudad saudí de Yeda delegaciones de Ucrania y Estados Unidos, encabezadas por los respectivos responsables de Exteriores, Andrii Sybiha y Marco Rubio, para abordar las posibles negociaciones para un tratado de paz con Rusia.
Ucrania ha explicado que el ataque masivo lanzado anoche contra la capital rusa y sus alrededores tiene como objetivo presionar al Kremlin para que acepte la propuesta de tregua temporal aérea formulada por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
“Es otra señal a Putin de que debe estar interesado en el alto al fuego en el aire“, ha explicado en un vídeo publicado en su canal de Telegram el jefe del Centro contra la Desinformación del Consejo para la Seguridad Nacional de Ucrania, Andrí Kovalenko.
El dirigente ucraniano ha calificado el ataque con drones de “el mayor de la historia” contra la región capitalina rusa. Kovalenko ha afirmado también que la elección del objetivo es una demostración de que Rusia no debe preocuparse únicamente por defender sus refinerías -atacadas prácticamente todas las semanas por drones ucranianos- y que también puede ser golpeada en la propia capital.
La realidad es que el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ya rechazó la tregua la pasada semana, calificándola de “respiro” para el Ejército ucraniano. Ocurre lo mismo con la propuesta de un despliegue de tropas europeas en territorio ucraniano, que hoy volvió a considerar un intento de “salvar” a las autoridades de Kiev.
Mientras, algunos políticos rusos ya han clamado venganza y han instado al jefe del Kremlin a tomar medidas de represalia contra Kiev, lo que incluiría misiles hipersónicos Oréshnik, que ya golpearon Ucrania a finales de 2024. “La decisión corresponde al comandante supremo, pero creo que no estaría de más, y mejor que no fuera sólo un ataque”, dijo el general Andréi Kartapólov, jefe del Comité de Defensa de la Duma, como se le conoce al Parlamento ruso.