El 6 de diciembre EEUU confirmó que no enviará ninguna representación diplomática u oficial a los próximos Juegos Olímpicos de Invierno en China. El boicot diplomático, no obstante, no restringirá la participación de los atletas estadounidenses en las actividades deportivas.
Washington argumentó su decisión con “el genocidio y los crímenes de lesa humanidad en el curso de China en Xinjiang”, condenando las represiones contra los uigures en la provincia.
La Embajada de China en Washington dijo que su Gobierno no había invitado a los altos cargos estadounidenses y confiaba en que la decisión de Biden no afecte la realización exitosa de las Olimpiadas de Invierno.
De otro lado, el portavoz del Ministerio chino de Exteriores, Zhao Lijian dijo “China expresa su descontento y se proclama categóricamente en contra, ya hicimos una fuerte advertencia a EEUU, también adoptaremos contramedidas decisivas”, no precisó cuáles son las medidas que adoptará China, pero subrayó que “EEUU pagará por sus acciones equivocadas”.
El portavoz de la Cancillería china también desmintió las declaraciones de Washington sobre supuestos violaciones de los derechos humanos en China.