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El Ministerio de Asuntos Exteriores chino ha acusado a Estados Unidos de utilizar la idea de “democracia” como “arma de destrucción masiva” para imponer su voluntad al resto del mundo, a propósito de la Cumbre por la Democracia organizada por Washington el 9 y 10 de diciembre, sin la intervención de representantes de Rusia y de China, que no fueron invitados.
El evento que se llevó a cabo de forma virtual y que contó con la participación de los líderes de más de cien países, activistas y representantes del sector privado, concluyó con un llamado a evaluar el progreso en la salvaguardia de elecciones justas, la lucha contra la corrupción y la protección de los derechos humanos.
En un comunicado emitido este sábado, la Cancillería china afirmó que la política estadounidense “se ha desviado” del núcleo de la democracia, señalando que se limita a la división política, los conflictos raciales, así como la polarización entre ricos y pobres. “La democracia estadounidense es un ‘juego de los ricos’ basado en el capital. […] Los votantes ordinarios son favorecidos solo cuando se realizan votaciones y quedan fuera después de las elecciones”, reza la nota.
Asimismo, desde China enfatizaron que la vía democrática de las naciones debe ser elegida por su propio pueblo y no impuesta desde fuera. “El sistema democrático y el camino democrático de cada país deben ser elegidos independientemente por la gente de cada país de acuerdo con sus propias condiciones nacionales”, indica el comunicado.
Pekín también considera que Washington incita a la división y la confrontación bajo la bandera de la democracia. “Durante mucho tiempo, Estados Unidos impuso su propio sistema político y valores a otros, promovió la ‘transformación democrática’, impuso indiscriminadamente sanciones unilaterales e instigó ‘revoluciones de color’, lo que provocó consecuencias desastrosas”, asegura el ministerio, refiriéndose a las operaciones militares del país en Afganistán, Irak, Libia y Siria.
Excluidos de la cumbre
Washington no invitó al evento a representantes de China ni de Rusia. Los embajadores de ambos países en EE.UU. publicaron a finales de noviembre una declaración conjunta, en la que calificaron la reunión como un producto evidente de la mentalidad de la Guerra Fría y afirmaron que podría avivar la confrontación ideológica entre los Estados de todo el mundo.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, afirmó este jueves que la cumbre tiene como objetivo “servir a los intereses del régimen estadounidense”.