La tricotilomanía es un trastorno recurrente que consiste en arrancarse compulsivamente el pelo de diferentes zonas, lo que provoca áreas de alopecia. “Los pacientes no solo se arrancan pelo del cuero cabelludo, sino también de otras zonas como cejas, pestañas y pelo corporal”, explica a CuídatePlus Sergio Vañó Galván, dermatólogo y director de la Unidad de Tricología y Trasplante Capilar Reconstructivo del Hospital Universitario Ramón y Cajal, en Madrid.
Este trastorno es más habitual en personas menores de edad, especialmente entre 9 y 13 años, tanto niños como niñas.
Entre las causas o factores de riesgo de la tricotilomanía, Vañó señala que la tricotilomanía “se considera un trastorno del control de impulsos y se ha relacionado con situaciones de estrés, ansiedad y depresión. En algunas ocasiones, estos pacientes también presentan tricofagia (trastorno consistente en engullir el pelo)”.
El especialista del Hospital Ramón y Cajal, al hablar sobre la prevalencia de la tricotilomanía, comenta que no es un trastorno muy común. “En el último año, por ejemplo, solo he evaluado a dos o tres pacientes con este problema”.
Tratamientos y recuperación del cabello
Respecto a los tratamientos disponibles para la tricotilomanía, Vañó afirma que van desde el abordaje psicológico, con la terapia cognitivo-conductual, hasta el abordaje farmacológico, con la administración de medicamentos como la N-acetilcisteína.
A nivel estético, ¿el pelo arrancado volverá a crecer? “Depende de la intensidad y duración de la tricotilomanía. Sí crecerá en grados leves de este trastorno, pero en casos crónicos puede perderse definitivamente el pelo”, dice el dermatólogo del Ramón y Cajal.
Además, el experto añade que el trasplante capilar podría funcionar en casos de tricotilomanía, siempre que el paciente ya no tenga el hábito de arrancarse el pelo.
Cómo detectar que un familiar padece este trastorno
“Ver a una persona tirándose del pelo o con zonas de alopecia en el cuero cabelludo, las cejas o las pestañas son algunas pistas para detectar que un familiar o allegado padece tricotilomanía”, destaca Vañó, y recomienda consultar con el dermatólogo en esos casos.
Los criterios para el diagnóstico de tricotilomanía, según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) son los siguientes:
- Arrancarse el pelo de forma recurrente, lo que da lugar a su pérdida.
- Los intentos repetidos de disminuir o dejar de arrancar el pelo.
- Arrancarse el pelo causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
- El hecho de arrancarse el pelo o la pérdida del mismo no se puede atribuir a otra patología médica (por ejemplo, una enfermedad dermatológica).
- El hecho de arrancarse el pelo no se explica mejor por los síntomas de otro trastorno mental (por ejemplo, intentos de mejorar un defecto o imperfección percibida en el aspecto como en el trastorno dismórfico corporal o dismorfofobia).