¿Cuáles son las causas del miedo al compromiso?
Las experiencias de una persona, la manera de entender las relaciones o psicopatologías personales, pueden frenar a una persona a la hora de comprometerse. Estas experiencias, creencias o patología personal, pueden originar el miedo al rechazo, el temor a tomar una decisión equivocada, el miedo excesivo al abandono, frustraciones, controles demasiado rígidos, etc.
En muchas ocasiones “el miedo al compromiso” está basado en el temor de poder perder a la persona que amas y pasar por una fase de sufrimiento.
Pero esta preocupación no es algo real. La persona magnifica las consecuencias negativas de algo que no ha pasado y solo es una anticipación de aquello que podría ocurrir y del estado emocional que se produciría si tal evento llegara a pasar.
Otras razones de por qué una persona puede tener miedo al compromiso son:
- Una ruptura (reciente) no asumida y dolorosa.
- No sentirse preparado para tomar esta decisión.
- Tener antecedentes de relaciones difíciles y sentirse vulnerable a sufrir de nuevo.
- Ser soltero por convicción, pero por los valores del entorno social decide tener pareja estable.
- No estar con la pareja adecuada (y percibirlo de manera inconsciente).
- Sentirse más cómodo solo, después de mucho tiempo de soltero.
- Miedo a perder la libertad personal.
Miedo al compromiso en los hombres
La preocupación por tener que ser responsable de una familia, puede llegar hasta el punto, que se tenga miedo de perder la «libertad», este miedo puede originar, en algunos hombres, un fuerte rechazo al compromiso.
Posibles consecuencias del miedo al compromiso
Las conductas están condicionadas por las emociones (como, por ejemplo, el miedo). Estas emociones pueden interferir en la planificación y la toma de decisiones en la vida. Por ejemplo, a pesar de estar feliz en la relación de pareja, es posible que la sensación de presión derivada del miedo al compromiso pueda llegar a romper la relación.
En el momento de romper con la pareja, una persona con miedo al compromiso experimentara un gran alivio. Pero es posible que esta sensación de alivio sea solo de corto plazo y a medio/largo plazo pueda llegar a arrepentirse de la decisión que ha tomado.
Rasgos de una persona con miedo al compromiso
Una persona con miedo al compromiso:
- puede tener problemas para tomar decisiones.
- puede tener dificultades de expresar y gestionar los sentimientos.
- genera fácilmente pensamientos negativos sobre la relación y piensa más en lo que pierde por estar con la pareja, que en lo que le aporta. Estos pensamientos de autoengaño pueden derivar en ruptura de la relación.
- le cuesta hablar sobre planes de futuro en pareja.
- puede tener problemas de madurez.
- puede encontrarse inseguro a la hora de involucrarse más con su pareja y prefiere romper la relación.
- puede ser más posesivo y controlador con su pareja, por miedo de ser abandonado.
Algunas recomendaciones que ayudan a perder el miedo al compromiso.
- Los ritmos de cada miembro de la pareja pueden no coincidir. Siempre es importante hablar de los sentimientos para evitar malentendidos en la relación.
- Analiza porque puedes tener miedo al compromiso y valóralo.
- Diferenciar entre miedo al compromiso y la elección personal de rechazar un compromiso.
- Valora lo positivo que aporta la relación y reflexiona sobre ello.
- Piensa cómo será la vida con y sin esta persona a medio y largo plazo.
- Evita la impulsividad que pueda originar malas consecuencias.
- Saber que los pensamientos irracionales forman parte de tu malestar personal y no de la relación que tienes.
- Dejar pasar el tiempo no soluciona las relaciones, es importante aprender a tomar decisiones sobre situaciones importantes.
- Piensa cómo sería la vida al comprometerte, cómo sería si no lo haces, sin dejarte llevar por el miedo.
- Trabaja tu autoestima.
- Si tienes miedo al abandono es importante de dialogar con la otra persona.
- Date la oportunidad de madurar en la relación.
Algunos errores a evitar:
- No generar expectativas falsas y no jugar con los sentimientos de la otra persona.
- No sentirte culpable por tener este problema.
- Pensar que las personas cambian.
- Ignorar la realidad y desplazar la atención a otras cosas.
- Dejarse presionar por los padres de uno o del otro.
Hoy en día muchas parejas deciden no vivir juntos o vivir juntos temporalmente, pues irse a vivir juntos, a modo de prueba puede dar una idea de cómo será la relación en el futuro, ya que los problemas básicos de las parejas que viven juntas son bastante parecidos a los de una pareja casada.
Algunas parejas prefieren usar la terapia como forma de clarificar dudas que puedan tener o bien la pueden usar para entender por qué tienen miedo al compromiso antes de tomar la decisión de casarse.
En la terapia, se debe ayudar a la pareja a expresar de forma efectiva sus pensamientos y sentimientos sobre la relación, a evaluar la motivación de comprometerse y ofrecer a la pareja orientación psicológica que les proporcione conocimientos y herramientas para solucionar, de forma efectiva, los problemas y los posibles desacuerdos.