La ausencia del rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, en la última cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), celebrada esta semana en Riad (capital saudí), ha atraído la atención de los observadores, especialmente porque el rey Salman no ha aparecido en público desde hace mucho tiempo.

El tema ha planteado dudas sobre la salud del rey de Arabia Saudí y la posible transferencia no anunciada de poder al príncipe heredero, Muhamad bin Salman, según escribió el miércoles el diario británico The Guardian.

Según el medio, Bin Salman dio la bienvenida a los líderes participantes en la cumbre panárabe, y asistió en nombre de su padre al evento, en el que estaban presentes también el rey bareiní, Hamad bin Isa Al Jalifa; el emir catarí, el sheij Tamim bin Hamad al Thani; vicepresidente de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Muhamad bin Rashid al-Maktum; el príncipe heredero kuwaití, Nawaf al-Ahmad Al Sabah; y el viceprimer ministro del Consejo de Ministros de Omán, Fahd bin Mahmud Al Said.

Las autoridades saudíes aún no han anunciado el motivo de la ausencia del rey de 85 años en la cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo.

En este sentido, los expertos dicen que la ausencia del rey Salman indica la transferencia de más responsabilidades a Bin Salman y, de hecho, “transferencia dinástica [del poder] de padre a hijo, ya ha tenido lugar”.

El rey Salman ha aparecido en público solo una vez en los últimos 20 meses y ha estado en la ciudad saudí Neom, en la provincia de Tabuk (noroeste), durante el pico de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, y tuvo una sola visita a Riad en agosto de 2020, para someterse a una cirugía con el fin de extraerle la vesícula biliar.

También la última vez que se reunió con un funcionario occidental fue hace unos cinco meses, cuando se reunió con el exsecretario británico de Exteriores, Dominic Raab.

Entretanto, muchos exfuncionarios saudíes califican sin precedentes el hecho de que el rey saudí haya estado ausente para dar bienvenida a sus homólogos europeos y del Golfo Pérsico.

Bin Salman, de 36 años, se ha vuelto un hombre poderoso en Arabia Saudí tras ser nombrado príncipe heredero por su padre en 2017, pese a las severas críticas de otros príncipes al respecto.

Las críticas en su contra aumentaron incluso cuando varios príncipes saudíes fueron detenidos en el marco de una “campaña anticorrupción” encabezada por Bin Salman, considerada por los analistas como una “purga” política.