Una colaboración de químicos y físicos nucleares de China y EE.UU. no quedó satisfecha con los 22 isótopos de magnesio ya conocidos, de los cuales solo tres son estables, y usando un acelerador de partículas han conseguido generar un nuevo isótopo nunca antes visto, siendo el más ligero de todos hasta la fecha.
El equipo partió de una versión estable de este elemento metálico, magnesio-24, y primero lo redujo, por medio de una colisión, a magnesio-20 para luego volver a bombardear con este isótopo ligero un blanco en forma de una lámina de berilio. El disparo de realizó a una distancia de 30 metros a la mitad de la velocidad de la luz, dando lugar a un isótopo inestable de magnesio-18.
Un comunicado emitido por la Universidad Estatal de Míchigan la semana pasada explicó que el magnesio-18 solo existió como núcleo y no tuvo suficiente tiempo para cubrirse de electrones, tal y como suele suceder cuando se producen isótopos artificiales. La vida útil de ese núcleo desnudo duró una sextillonésima parte de un segundo.
“Estamos agregando gotas a un balde, pero son gotas importantes”, sintetizó el profesor asistente de química en Míchigan, Kyle Brown, en un comentario sobre este logro.
La descomposición también sucedió en dos etapas, cada una de las cuales suponía expulsar un par de protones: el magnesio-18 se convirtió finalmente en oxígeno-14 pasando por una breve fase de neón-16. Solo al analizar la salida de los protones y el oxígeno del blanco de disparos atómicos, el equipo pudo hacer algunas conclusiones sobre las propiedades del efímero isótopo metálico.
El equipo presentó sus conclusiones científicas sobre este experimento en un artículo publicado en la revista Physical Review Letters el 22 de diciembre.
