Buques de Irán, Rusia y China, durante los ejercicios militares conjuntos a gran escala en el océano Índico, 27 al 30 de diciembre de 2019.
El viaje del presidente de Irán a Rusia y el aumento de la cooperación militar entre Teherán y Moscú han provocado preocupaciones en monarquías del Golfo Pérsico.
El mandatario iraní, Seyed Ebrahim Raisi, realizó el miércoles y jueves una visita oficial a Moscú (capital de Rusia), donde se reunió con su homólogo ruso, Vladímir Putin, entre otras autoridades del país euroasiático.
Los mensajes de esa visita, tal como señala el diario emiratí Al-Arab, han calado hondo en algunos países ribereños del Golfo Pérsico por el afianzamiento de la cooperación militar entre Teherán y Moscú.
“La visita de Seyed Ebrahim Raisi a Rusia es de gran interés para [las autoridades de los países] del Golfo Pérsico”, destacó el periódico en un informe publicado este jueves.
Al-Arab, aludiendo un reciente informe del portal Aviacion Line que implica la alta posibilidad de que Irán y Rusia lleguen a un importante acuerdo sobre armas, incluida la compra de al menos 24 cazas rusos Sukhoi Su-35SE por Irán, llamó a las monarquías petroleras del Golfo Pérsico a recurrir a “medidas poderosas” para evitar que las armas rusas lleguen al país persa.
Irán busca cimentar nexos con Rusia y China para poder resistir más a las presiones de Estados Unidos, se desprende del análisis de una publicación británica.
El diario emiratí, en nombre de activistas, cuyos nombres no mencionó, instó a los Estados árabes a utilizar como palanca de presión los acuerdos económicos que tienen con Rusia para evitar que Teherán y Moscú se acerquen
Una visita histórica a la tierra de los zares
El viaje de Raisi se considera un punto crucial en las relaciones entre Teherán y Moscú, ambos blancos de las sanciones estadounidenses en los últimos años. De hecho, durante esta visita, las dos partes han dejado clara su oposición a las ambiciones hegemónicas de Washington y ha destacado la notable mejora de sus nexos bilaterales, fomentada por una visión común sobre temas económicos, militares y nucleares con fines pacíficos.
Es más, los dos Estados vecinos planean lanzar un acuerdo estratégico de 20 años, lo que sumará preocupaciones al Occidente, principalmente a EE.UU., luego de que Irán y China hayan implementado su tan celoso plan de cooperación integral de 25 años.