Golpe de vista Golpe de vista
Vacadores se reúnen en hotel mira!orino y son sorprendidos por dos fotógrafos de este semanario. Nos ganamos con diversas cofidencias y con una estridente llamada de atención de la presidenta del Congreso a un interlocutor de ATV.
“¡Cerrón les va a quitar el canal!”, gritaba
Encabeza la mesa, de amarillo, Norma Yarrow. Le siguen: el alemán Jörg Dehnet de la Fundación Naumann, María del
Carmen Alva, Gustavo Nakamura y, al fondo, Patricia Juárez. (FOTO: César Zamalloa/H13).
En el exclusivo hotel mira!orino Casa Andina Premium tuvo lugar el miércoles 9 de febrero una reunión de carácter reservado. Representantes de la oposición que apuesta por la vacancia, entre los que sobresalía la voz de la presidenta del Congreso María del Carmen Alva, almorzaron en el restaurante “Alma” y luego se reunieron a puertas cerradas en una
sala del hotel. El único punto de la agenda era a”nar la estrategia para sacar a Castillo de Palacio de Gobierno. Era un cónclave de tono conspirativo, pero el secretismo se fue al traste porque este reportero se coló en el evento.
En la cita estuvieron Patricia Juárez y Hernando Guerra García, voceros del fujimorismo; de Renovación Popular participaron Jorge Montoya y Alejandro Muñante; y de Avanza País asistieron Norma Yarrow y José Williams Zapata.
También arribaron a la reunión Carlos Anderson (Podemos), Lady Camones (APP) y Luis Arriola (Acción Popular). La cita era un evento extraoficial que no debía transcender a la opinión pública, por lo que ninguno de los congresistas asistentes lo reportó en sus redes sociales.
De los detalles de la coordinación se encargó Gustavo Nakamura, un asesor de estrecha con”anza de Keiko Fujimori. La cuenta del almuerzo y del alquiler de la sala Colca, donde se reunieron los congresistas a puertas cerradas después del banquete, fue cargada a la “Fundación Friedrich Naumann”, una organización alemana que “de”ende las libertades”.
En el Perú, la fundación “financia varias páginas web de extrema derecha, como “piensa.pe”, que se dedica a despotricar contra todo lo que huele a izquierda.
Los congresistas de oposición no fueron los únicos que participaron del cónclave. En la mesa también estuvo César Candela, brazo político del movimiento Alianza Democrática que dirige el empresario Roque Benavides. Además, participó la excongresista fujimorista Úrsula Letona. Cuando el almuerzo estaba por terminar apareció el aprista Jorge Del Castillo, pero optó por no sumarse al postre e ingresar directamente al salón Colca.
“¡Hay un fotógrafo allá! ¡Me tomó fotos! ¡Búsquenlo!”, gritó Alva cuando vio que un reportero gráfico de “Hildebrandt en sus trece” estaba tomando instantáneas, desde la calle, a los participantes del almuerzo. Entonces, agentes de Seguridad del Estado de la presidenta del Congreso acordonaron el hotel y dieron vueltas a la manzana buscando al fotógrafo. Lo que no contaba Alva era que otro reportero del semanario estaba en la mesa contigua donde ellos habían disfrutado del almuerzo conversando distendidamente sobre las diferentes alternativas para vacar a Castillo.
No fue la única anécdota que protagonizó Alva. Durante el almuerzo recibió una llamada que revela lo mal que la acciopopulista encaja las críticas de la prensa.
“¡Se van a quedar sin medio de comunicación! He conversado con expertos y no hay duda de que el plan Cerrón ya está. No puedo creer que el domingo le he dado (una entrevista) a (Pamela) Vértiz antes que a ‘Cuarto Poder’, y resulta que ahora me están atacando. En vez de decir esto ya pasó y no poner nada. ¡Me pidió disculpas (la alcaldesa)! ¡Ustedes no entienden!”, le increpó Alva a su interlocutor.
La molestia de la presidenta del Congreso era porque ATV, esa misma mañana, había propalado un reportaje en el que la alcaldesa de Ocoña Marilú Gonzales denunciaba el maltrato que le había proferido Alva en un evento del Congreso. Que ATV recogiera la versión de la alcaldesa había irritado profundamente a Alva que aprovechó la llamada de
un funcionario de ATV para exigirle mejor trato.
“¡Yo –insistió Alva a grito pelado contra su interlocutor– les di una exclusiva y ahora ustedes hacen esto! Si no apoyan, Cerrón les va a quitar el canal. ¡Debemos luchar contra el comunismo!”.
Cuando Alva colgó, los comensales volvieron a lo suyo: cómo deshacerse del presidente y salir airosos y con curul del embate.
El hotel Casa Andina Premium, lugar del cónclave. (FOTO: César Zamalloa/H13)
Con quienes más conversó Alva durante la comilona fue con Patricia Juárez, presidenta de la Comisión de Constitución. Juárez es la arquitecta de los candados que el Congreso le ha puesto al gobierno y sobre ella recae el trabajo de hacer las modificaciones a la carta magna para que Castillo pueda ser vacado sin el requisito de los 87 votos que exige le asegura de la vacancia actualmente.
En la mesa de comensales de Casa Andina también se hizo un poco de numerología. Los votos de las seis bancadas que participaron en el cónclave miraflorino suman 81. Y sobre el mantel se evaluó los últimos movimientos en Somos Perú, Perú Libre o Perú Democrático. Nadie de los presentes, sin embargo, se atrevió a hacer vaticinios.
En la velada se intercambiaron opiniones sobre qué artículo de la Constitución se debería modificar para acelerar la salida de Castillo. Unos mencionaban el 117 y otros el 114. En un momento dado, alguien mentó a Susel Paredes como actriz revelación en el guion de la vacancia.
El almuerzo se extendió por casi dos horas y luego todos subieron al segundo piso, al salón Colca. Ahí escucharon a puerta cerrada una exposición del alemán Jörg Dehnert, representante de la Fundación Naumann para países andinos. Dehnert habló sobre cómo afrontar la crisis política que atraviesa Perú. Luego, los congresistas hicieron una mesa redonda, una suerte de pleno a la medida para intercambiar puntos de vista.
Según la información que llegó a esta publicación, Lourdes Flores, quien lidera hoy la estrategia legal para sacar a Castillo, también iba a participar del cónclave, pero no apareció por el comedor.
María del Carmen Alva le muestra al abogado César Candela el lugar donde vio al fotógrafo de este semanario. Alva, al parecer, había liberado su agenda parlamentaria, así que fue una de las últimas en retirarse del evento que duró casi seis horas. Y si bien la cita resultó un éxito, la oposición vacadora no sólo utiliza hoteles cinco estrellas para celebrar sus juntas.
También mantiene reuniones virtuales. Hace un mes crearon el grupo de Telegram “Aliados”, donde están los voceros de las seis bancadas que hoy apuestan a vacar a Castillo, los miembros de la Mesa Directiva, que encabeza María del Carmen Alva, y algunos congresistas con presencia mediática, como Rosángela Barbarán y Alejandro Cavero.
La principal jugada de los congresistas que quieren ver a Castillo fuera de Palacio de Gobierno por cualquier método, según información recogida por este semanario, apunta a modificar el artículo 117. El plan es abrir el candado para que el presidente también pueda ser acusado por delitos de corrupción y se le cree una carpeta en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales que desencadene una inhabilitación política y el retiro del cargo.
Hoy el artículo 117 sólo prevé que el mandatario pueda ser procesado por traición a la patria, impedir elecciones, disolver el Congreso sin justificación e impedir que los organismos electorales se reúnan.
Para sorpresa de los ultraconservadores, modificar el 117 se le ocurrió a la congresista morada Susel Paredes en diciembre del año pasado. Hoy la iniciativa marcha a todo tren en la Comisión de Constitución que dirige Juárez.
Congresista Jorge Montoya, de Renovación Popular, saliendo del almuerzo. “Es la salida para que el presidente que tenga procesos por corrupción sea suspendido”, dijo Paredes a esta publicación la semana pasada.
En la última semana dos nuevos proyectos de ley se han sumado a la propuesta de Paredes: uno de Patricia Chirinos, de Avanza País, y otro de Luis Aragón, de Acción Popular. Los dos apuntalan la idea original de Paredes.
La modificación del 117 permitiría que cualquier parlamentario o ciudadano pueda presentar una denuncia constitucional contra Castillo por actos de corrupción.
Hasta el momento ya hay una acusación contra Castillo por traición a la patria, presentada por Lourdes Flores, a raíz de las declaraciones de Castillo sobre dar salida al mar a Bolivia. La denuncia sigue en revisión.
El viernes 4, a la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, que dirige Rosio Torres, de APP, llegó otra denuncia. Esta vez contra la vicepresidenta Dina Boluarte. La autora fue la abogada aprista Mónica Yaya, quien asegura que Boluarte vulneró la Constitución cuando su cuñado Alfredo Pezo Paredes fue contratado por la Contraloría, en septiembre
del 2021, para dictar una capacitación por la que recibió 8 mil soles.
Fujimorista Hernando Guerra García.
Las denuncias de Flores y Yaya han caído como anillo al dedo a la oposición parlamentaria, cuyo objetivo es que Castillo y Boluarte se vayan como llegaron: juntos. Los únicos que se quedarían serían los parlamentarios.
El domingo último, en ATV, María del Carmen Alva reconoció sin rodeos que apuesta por una vacancia del presidente y de la vicepresidenta sin convocar a elecciones generales.
“Es una irresponsabilidad decir que se vayan todos”, dijo. Y con su limitada habilidad para el lenguaje (incluido el diplomático) reconoció implícitamente que ya tiene las medidas de la banda presidencial. “Todos los retos que se presentan en la vida, como se me presentó la presidencia del Congreso, tenemos que tomarlos, pero nunca es un tema de uno nada más porque en el Congreso también hay acuerdos. (…) falta mucho para ese tema, pero cuando uno ingresa a política, uno tiene que estar preparado para todo”, le dijo Alva a Mónica Delta.
Y para “estar preparada”, Alva se ha puesto en manos de Patricia Juárez, presidenta de la Comisión de Constitución. La dupla Alva-Juárez alista una interpretación auténtica del artículo 115 de la Constitución. En este párrafo la Carta Magna desarrolla qué pasa luego de suspender o vacar al presidente y vicepresidentes. El argumento que se esgrimirá en el
Parlamento es que el texto sólo dice que el titular del Congreso es quien “convoca de inmediato a elecciones”. La modificación sería una “ley interpretativa”, que solo requiere de 66 votos, que aclare que ese párrafo no obliga a convocar elecciones parlamentarias.
Como coartada, la oposición utilizará el artículo 134 de la Constitución, donde se dice que la revocatoria del mandato parlamentario se da solo cuando el presidente disuelve el Parlamento por dos negaciones de cofianza. “No hay otras formas de revocatoria del mandato parlamentario”, dice la última línea del artículo que Alva y Juárez usan para hacer
su jugada de ajedrez.
El abogado constitucionalista José Naupari Wong señala que el artículo 115 es “un enunciado abierto y está sujeto a interpretaciones”. “No queda claro si, cuando lo redactaron, se refirieron a elecciones generales. Tampoco se especfica si se habla de un nuevo mandato o para completar el periodo. Ese artículo tiene otro problema: no dice, a diferencia del que habla de la disolución del Congreso, en cuánto tiempo se debe convocar a elecciones”, comenta Naupari.
Norma Yarrow, representante en Avanza País en el cónclave.
Naupari alerta, sin embargo, que si el Congreso sigue haciendo cambios constitucionales, el sistema político peruano estaría camino a “un parlamentarismo encubierto”. “Ya se ha limitado la cuestión de confianza. Y con eso la balanza, el equilibrio de poderes, se está inclinando en favor del Congreso”, añade Naupari.
El abogado César Azabache sostiene que la única vía para salir de la crisis política es el adelanto de las elecciones generales porque tanto el Congreso como el presidente Castillo ya no tienen legitimidad. Y, según Azabache, convocar a elecciones generales es el mecanismo para darle nuevamente el poder a los ciudadanos de elegir al reemplazo de Castillo.
“No es posible discutir pretendiendo hacer una suerte de interpretación del texto de la Constitución o hermenéutica teórica.
Este tipo de asunto límite solo puede establecer una vía de salida por acuerdo político, como se hizo en el 2000”, apunta Azabache.
El peor enemigo que tiene ahora mismo María del Carmen Alva es el tiempo. Pese a que se amplió la legislatura hasta el 28 de febrero, los cambios constitucionales que planean podrían tomar un mes y la acusación constitucional contra Castillo necesita de 45 días, en el mejor de los casos. Sin embargo, en cuatro meses habrá cambio de Mesa Directiva y Alva no tiene la reelección asegurada. Sus malos modales están empezando a pasarle factura y algunos de sus aliados ya han empezado a buscarle un reemplazo que ayude a levantar la aprobación del Congreso en las encuestas. Uno de los nombres que suena es
el de Gladys Echaíz, de APP, quien fue fiscal de la Nación entre el 2008 y 2011.