La contaminación por el derrame de petróleo de Repsol, ocurrido el mes pasado en el mar de Ventanilla, afectó 106 km2 aproximadamente, informó José Reyes Ruiz, uno de los tres voceros de la empresa que ayer ofrecieron una conferencia de prensa.
Esta cifra es menor en 10,37 km2 que la manejada por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) con base en la estimación hecha por la Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial.
Pero no por ello el impacto es menos terrible. Según cálculos realizados por este Diario con datos del INEI, la superficie afectada equivale al área de 12 distritos de Lima (Breña, Pueblo Libre, Jesús María, Lince, Magdalena, San Isidro, La Victoria, Miraflores, Cercado, San Miguel, Barranco y Santa Rosa).
Hasta el momento, Repsol reporta un 79% de avance de las labores de limpieza. Esto se calcula con base en las tareas especificadas en el cronograma de trabajo que alcanzó la empresa a las autoridades y no respecto al área afectada.
Repsol estima en US$65 millones el costo para atender las labores de limpieza, remediación y asistencia a poblaciones afectadas. Esto no incluye multas ni indemnizaciones a favor del Estado. De determinarse la culpabilidad de la empresa, Jaime Fernández-Cuesta, presidente de Repsol Perú, dijo: “Atenderemos todas las multas como ya lo estamos haciendo”.
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En cuanto al derrame de petróleo, hay dos cifras. Repsol estima que fueron 10,400 barriles de crudo aproximadamente, mientras que el Ministerio del Ambiente calcula que se trató de 11,900, es decir, unos 1.500 barriles más.
En la conferencia, Fernández-Cuesta se ratificó en las cifras de la empresa, y dijo no entender como terceros “pueden establecer otra cifra diferente sin estos datos”.
En otro momento, se informó que la empresa ya recogió el 98% del crudo derramado y que solo quedaba pendiente el 2% restante. No obstante, precisaron que esto no se calcula con base a los 10,400 inicialmente vertidos, pues, el líquido se evapora y se mezcla con el agua de mar, la arena, etc. “Se habla del 35% de un volumen que se evapora”, precisó Reyes Ruiz.
Así, ese 98% recogido por Repsol es con relación al 65% de crudo mezclado con otras sustancias y materiales.
Esta cifra es distinta a la del Ejecutivo. Hace unos días, el ministro del Ambiente, Modesto Montoya, señaló que de los más de 10 mil barriles derramados, la empresa solo de ha recuperado 2 mil.
Otro punto abordado en la conferencia fue la limpieza del fondo del mar. Fernández-Cuesta dijo que, según las características del producto vertido, el lugar y los grandes modelos de las instituciones oceanográficas del mundo, no debería haber afectación en fondo del mar por el derrame.
“Dicho esto, estoy hablando de modelos. Los modelos predicen comportamientos, que corroboraremos en cuanto hagamos los estudios medio ambientales”, acotó.
Esto también va en contracorriente a lo expresado por el ministro Montoya, quien además es un recocido científico. Para él, desde ya, el lecho marino está afectado. “(…) Pero imagínese usted todo lo que ha ido al fondo del mar, todo está contaminado. Hay todo un proceso que tendría que estudiarse más tarde con participación de científicos”, declaró.
En otro momento, Fernández-Cuesta informó que, a través de las distintas organizaciones, han podido llegar con ayuda económica a unas 3 mil personas afectadas por la contaminación (pescadores, comerciantes, sombrilleros, operadores turísticos de playa). Esto, por las semanas que no pueden trabajar. En paralelo a esto, agregó, la empresa va a tener planes de medio y largo plazo para asistir y colaborar con estos colectivos.
“Lo mismo que he dicho respecto a la rehabilitación del litoral: no nos vamos, el compromiso es de largo plazo. Lo mismo reitero para todas las poblaciones afectadas”, expresó.