BELGRADO (Sputnik) — Serbia ha sido presionada por su decisión de mantener la comunicación aérea con Rusia después de que la Unión Europea cerrara su espacio aéreo a los aviones rusos debido a la operación militar rusa en Ucrania, declaró el presidente serbio, Aleksandar Vucic.
“Nos dicen que ganamos dinero con la sangre de los ucranianos, etc. mientras que tenemos dos vuelos en lugar de uno”, dijo Vucic a la cadena TV Pink.
Recordó que Turquía realiza 30 veces más vuelos a Rusia que Serbia, y los países del golfo Pérsico tienen 15 veces más vuelos que el país balcánico.
Asimismo, el mandatario serbio declaró que aceptará un precio de gas ruso de 400 dólares por 1.000 metros cúbicos, después de que el contrato actual expire en junio.
“Cuando negociaba con (el presidente ruso, Vladímir) Putin, no quería acordar 400 dólares por 1.000 metros cúbicos, ahora aceptaría tal precio”, aseguró.
La aerolínea nacional Air Serbia es la única aerolínea de Europa que continúa operando vuelos regulares a Rusia.
Europa a la desesperada: quiere jugar al palo y la zanahoria con Rusia
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció el pasado 24 de febrero el lanzamiento de una “operación militar especial” en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al “genocidio” por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es “la desmilitarización y la desnazificación” de Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
Numerosos países condenaron la actuación de Rusia en Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligirle a la economía rusa el mayor daño posible.