Desde hace casi un mes China volvió a revivir los temores comerciales y económicos del Covid-19, la razón, las cuarentenas más estrictas no vistas en ese país desde 2020, cuando empezó la pandemia. Empresas del sector financiero pidieron a sus trabajadores dormir en las mismas oficinas para no afectar los mercados, y personal de varias industrias permanecen en pausa generando un stop comercial que según JP Morgan podría intensificar la ya existente crisis de suministros que vive todo el mundo.

MarineTraffic, el servicio de monitoreo de tráfico marítimo, hizo un seguimiento satelital a las aguas que hay entre las costas de China y Japón, la situación para el comercio es preocupante, pues las imágenes dejan ver cómo hay casi 500 barcos que están detenidos por la falta de operación en puertos.

Shanghái por ejemplo fue el primero y más estricto de China en implementar cierres al tráfico comercial en las costas. Además, Global Trade reportó que de los 15 principales servicios de logística y transporte terrestre para el movimiento de mercancías en esa zona, al menos 13 permanecían suspendidos total o parcialmente desde el pasado 5 de abril hasta la fecha. Eso muestra que así como en el mar, el movimiento comercial está quieto en las carreteras, la situación no es muy diferente.

“La crisis de suministros fue lo que puso a hablar al mundo de la subida de precios, de la inflación como tal desde finales del año pasado, por eso podría ser esta una situación que se intensifique para este año, también es una muestra del papel de China”, agregó el excodirector del Banco de la República y profesor de la Universidad de Columbia, José Antonio Ocampo.

El reporte de Global Trade también apunta a que una cifra de cerca de un millar de barcos detenidos genera presión sobre el costo de los fletes no solo en esa zona sino a nivel mundial, porque una cantidad tan grande de unidades marítimas detenidas significa menor movimiento de las embarcaciones desde y fuera de las aguas chinas.

Igualmente, el comercio internacional presiona para que los contenedores estén principalmente en disposición a los grandes puertos del mundo, por lo cual otros de países emergentes como Colombia serán los más azotados por el déficit.

Otro informe de El Mundo, con base en el seguimiento satelital de MarineTraffic, deja ver que así como desde el 13 de abril los barcos quietos eran cerca de 500, desde la semana anterior fueron 300; la cifra sube a tal punto que para finales de mes podría superar fácilmente ese millar.

Informes de comercio entregados por BBVA detallan que las exportaciones que salen desde Shanghái equivalen a 7.2% del movimiento total de China, mientras que 20% de los contenedores utilizados para las ventas externas de ese país circulan en las costas de esa ciudad.

Los índices bursátiles chinos han estado en rojo el último mes por las proyecciones de más cortes en la cadena de suministros. El 1 de abril, las autoridades de Shanghái bloquearon toda la ciudad para detener la propagación del virus y pidieron a sus más de 25 millones de residentes que se quedaran en casa. En los últimos días, el número de casos de Covid de la ciudad ha tenido una tendencia a la baja gradual después de alcanzar un pico de alrededor de 27,700 hace aproximadamente una semana. El miércoles, esa ciudad reportó cerca de 18,500 casos confirmados.

Javier Díaz Molina, presidente de Analdex, también ve con preocupación que la situación “nos va a afectar porque la normalización de la logística internacional se va a demorar más. China tiene confinados a 400 millones de habitantes de 45 ciudades, Shanghái en primer lugar. Es Indudable que va a pasar la cuenta porque toda la infraestructura portuaria, o buena parte de ella, está cerrada”.

Igualmente, Díaz considera que “también nos va a causar más problemas, no solo en materia logística sino en crecimiento económico. Muchas analistas están diciendo que el mundo va a crecer menos, fruto de ese cierre de China. Vamos a ver cuándo va a empezar a flexibilizar. A eso se le suma que buena parte de las plantas está cerrada, como los fabricantes de computadores y otras tecnologías. Tesla, por ejemplo, dijo que va a dejar de producir 50,000 vehículos. Entonces sí va a tener consecuencias graves”.