Según Pekín, ciertas “potencias importantes” intentan interferir deliberadamente en los asuntos de la región.
Pekín condena las acciones de las fuerzas externas que buscan desestabilizar la situación en Asia Central por medio de ‘revoluciones de color’, afirmó este lunes el ministro de Defensa de China, Wei Fenghe, tras reunirse con el presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáev, en la capital kazaja, Nursultán.
“China se opone firmemente a las fuerzas externas que instigan deliberadamente una ‘revolución de color’ en Kazajistán y apoya a Kazajistán en la adopción de medidas efectivas para defender su seguridad nacional y estabilidad social”, dijo el ministro chino durante el encuentro, celebrado con motivo del 30.º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.
Al mismo tiempo, subrayó que las acciones de estos actores externos pueden afectar también a la seguridad de toda la región. “Debemos estar alerta a ciertas potencias importantes que interfieren en Asia Central y perturban su seguridad”, señaló.
En enero, Kazajistán se convirtió en escenario de fuertes protestas que desembocaron en violencia, enfrentamientos con la Policía y saqueos. El presidente del país afirmó que en Kazajistán operaban “bandidos y terroristas” que han sido preparados en el extranjero.
En aquel entonces, desde Pekín aseguraron que el gigante asiático está dispuesto a brindar a Kazajistán cualquier apoyo que necesite para aliviar la situación. “Independientemente de los riesgos y desafíos que afronta, China es un amigo y socio de confianza de Kazajistán. El pueblo chino siempre estará con el pueblo kazajo”, dijo el presidente chino, Xi Jinping.