MONTEVIDEO (Sputnik) — Ante el conflicto que existe entre los indígenas y el Gobierno ecuatoriano, lo único seguro es que vendrán cambios dentro de la Administración liderada por Guillermo Lasso, opinó en entrevista con la Agencia Sputnik el doctor en estudios internacionales y licenciado en Ciencias Políticas, Lester Cabrera.
“Pase lo que pase, si el Gobierno sale o se mantiene, va a haber cambios en el mismo. La única solución al conflicto es que se produzca la muerte cruzada o que el Gobierno genere cambios en la cúpula ministerial. Entonces que van a haber cambios es un hecho, si es que busca bajar la intensidad del conflicto y quedarse en el poder o pretende irse”, afirmó Cabrera, quien es director de la empresa ecuatoriana Analitik-Strategic Research.
La denominada “muerte cruzada” es una salida institucional que implica la disolución del Poder Legislativo y la convocatoria a nuevas elecciones para también renovar al poder Ejecutivo.
El miércoles se cumplieron los 10 días de protestas encabezadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que presentó un reclamo de 10 puntos que incluyen demandas como el congelamiento del precio de los combustibles, la adopción de un subsidio agrícola y el rechazo a tratados de libre comercio que “destruyen la producción nacional”.
En los últimos días el conflicto ha escalado y, tanto el Ejecutivo como la Conaie, hacen acusaciones cruzadas; mientras el Gobierno ofrece diálogo y dice que los pueblos originarios quieren derrocar al presidente y romper el orden constitucional, la Conaie sostiene que desde el Estado no se quiere dialogar y se intenta imponer su posición por medio de la “fuerza letal y de las balas”.
El presidente Guillermo Lasso dijo el lunes que las manifestaciones excedieron los estándares de la protesta pacífica y emitió un decreto de excepción, por 30 días, para seis provincias.
El ministro de Defensa, Luis Lara, afirmó el martes que la democracia del país sudamericano está en riego por las protestas y aseguró que las Fuerzas Armadas no permitirán que se rompa el orden constitucional.
“Mayor gravedad”
Para Cabrera, quien es chileno radicado en Ecuador, esta situación es de mayor gravedad que la que se vivió en las protestas de 2019, sobre todo porque ahora sí se está hablando de la posibilidad de que el Gobierno dé un paso al costado.
“Si comparamos el conflicto actual con el de 2019 se ve que la situación es bastante más compleja hoy que antes. La posibilidad de que exista una suerte de quiebre institucional hoy por hoy es más fuerte que antes. Cuando hablo de quiebre me refiero a que el Gobierno deje las funciones”, indicó.
Si bien las protestas de 2019 fueron a nivel nacional y con una intensidad “muy fuerte”, el principal tema era el de los combustibles, asunto que, a pesar de que actualmente esté dentro de las demandas indígenas, no es representativo de la totalidad del conflicto ya que existen críticas a la política económica, sanitaria y educativa del Gobierno, agregó el analista.
“Ahora se habla de la necesidad de que el Gobierno dé un paso al costado. En octubre aquello no era tan evidente. En 2019, uno podía ver personas del Gobierno que buscaban articular políticamente el conflicto, ahora no se logra identificar un actor que permita articular el conflicto políticamente y eso me llama profundamente la atención”, explicó.
En la misma sintonía, la asambleísta por el Movimiento Pachakutik (brazo político de la Conaie) Patricia Sánchez dijo el lunes a la Agencia Sputnik que las condiciones de la movilización son “peores” que las que había durante las protestas de 2019 ya que existe una mayor crisis económica.
Por su parte, el excanciller ecuatoriano Ricardo Patiño dijo el lunes a la Agencia Sputnik que si Lasso “no se siente con capacidad de gobernar, de corregir”, lo “más sano y razonable” sería que renuncie antes de llenarse “las manos de sangre”.
En 2019, diversos grupos sociales, liderados por la Conaie, mantuvieron 12 días de protesta contra la decisión del Ejecutivo de Lenín Moreno (2017-2021) de eliminar los subsidios a los combustibles, medida que finalmente tuvo que ser derogada para terminar con las protestas.
Esas jornadas de protesta dejaron 10 personas fallecidas y millonarias pérdidas económicas, mientras que se registraron una serie de actos violentos, incluida la quema del edificio de la Contraloría de la Nación.
Más una negociación que un diálogo
Cabrera advirtió que otro factor que aumenta el nivel de gravedad en este conflicto es que no hay ningún líder político dentro del Gobierno capaz de producir “la articulación política necesaria” para gestionar el diálogo con los indígenas.
“Gran parte del Gobierno se está comunicando por redes sociales, eso no se debería hacer si realmente se quiere lograr un acercamiento efectivo”, expresó.
En caso de que se logre llegar a un diálogo, va a ser más una “negociación” en la que la Conaie logrará que algunas de sus propuestas sean llevadas a cabo y, por ende, que el Gobierno tenga que hacer cambios, indicó.
“Si (el Gobierno) quiere mantenerse, necesariamente va a ser por medio de cambios, tanto dentro del Gobierno como de sus políticas. (…) Se debería hacer cambios incluso desde el punto de vista de la comunicación política que se quiera hacer, asumiendo que se cometieron errores. La principal forma que tiene el Gobierno para retificar es generar cambios en la cúpula ministerial”, agregó.
El ministro de Gobierno de Ecuador, Francisco Jiménez, reiteró el miércoles que el Ejecutivo se mantiene abierto al diálogo con la Conaie, pero advirtió que no aceptará condiciones.
Mientras tanto, Lasso señaló en su cuenta de la red social Twitter que el desabastecimiento, las familias con hambre y el freno a la reactivación son las verdaderas consecuencias del “caos” en Ecuador.