Según indican los resultados de una investigación de cuatro años revelado por la cadena pública británica BBC, las fuerzas británicas del SAS durante su despliegue en Afganistán mataban a “sangre fría” a hombres desarmados y detenidos en circunstancias sospechosas y luego colocaban armas en el lugar para justificar los asesinatos como parte de una estrategia llamada “armas arrojadizas”.

El informe, asimismo, señala que los altos oficiales, incluido el general Sir Mark Carleton-Smith, el excomandante de las Fuerzas Especiales británicas, estaban al tanto de los crímenes, pero no los denunciaron a la policía militar.

De acuerdo con la ley británica, estar al tanto de posibles crímenes de guerra y no informar a la policía militar es un delito penal.

“Demasiada gente estaba siendo asesinada en las redadas nocturnas y las explicaciones no tenían sentido”, aseveró un alto oficial de las Fuerzas Especiales del Reino Unido, agregando que los detenidos no deberían ser asesinados, pero esto ocurría con frecuencia. “Estaba claro en ese momento que algo andaba mal”, enfatizó.

Revelado: Reino Unido asesinó a decenas de civiles en Afganistán |

La filtración de un nuevo documento vuelve a señalar la matanza de civiles a mano de las tropas del Reino Unido durante la invasión de Afganistán.

BBC precisó que la investigación se basa en documentos judiciales, correos electrónicos filtrados y los viajes de sus propios periodistas a los sitios de las operaciones en el país devastado por la guerra.

El Ministerio de Defensa del Reino Unido, por su parte, rechazó las acusaciones de este informe.

Las tropas de combate británicas se retiraron de Afganistán en 2014, casi 13 años después de invadir el país como parte de la alianza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) liderada por Estados Unidos. En agosto del año pasado, todas las tropas británicas restantes abandonaron el país tras la toma de posesión del país por parte de los talibanes.