Entrevista al reconocido politólogo Steven Levitsky, quien considera que es muy difícil que el presidente de la República dure 5 años, aunque no imposible. “Castillo y el Congreso tienen alta responsabilidad en la crisis”, asevera.
El reconocido politólogo Steven Levitsky reflexiona sobre el primer año del gobierno de Pedro Castillo, la actual crisis política en el país y el contexto regional.
Al iniciar este gobierno, dijo que si Castillo hacía una izquierda radical, no duraría. No lo hizo, pero parece que no acabará su mandato. ¿Qué pasó?
Hay muchos caminos para la muerte política en el Perú.
¿Cuál sigue Castillo?
Una combinación de inexperiencia, ineptitud, incapacidad y debilidad. Debía construir una coalición sólida. No la hizo y es muy débil e impopular.
¿Qué es lo mejor de su gobierno en este primer año?
No es poco que alguien como él, de una pequeña provincia y no la élite, pueda ganar la presidencia. La elección del 2021 del Perú puede haber sido la más democrática en la historia porque él no tenía casi nada y sí todo elemento de poder en Perú en contra. Hay algo muy democrático en su elección y su gobierno. Pero lo mejor ha sido que pudo haber sido peor. No ha intentado estatizar la economía, no ha gobernado de modo autoritario… Daño está haciendo, pero pudo haberlo hecho más.
¿Qué es lo peor?
Que está destruyendo el Estado. En las últimas décadas se ha hecho que elementos del Estado funcionen mejor y este gobierno no lo cuida, no le importa el profesionalismo del Estado.
¿Quién tiene mayor responsabilidad en la crisis política, Castillo o el Congreso?
Los dos tienen grados muy altos de responsabilidad, pero son síntoma de una democracia que no representa, cuya clase política colapsó. Gobiernan novatos sin experiencia ni intención de construir. Están por 5 años, parecen ir a maximizar sus intereses de corto plazo. Es un sistema que ya no funciona.
¿Puede Castillo superar el riesgo de la destitución?
Sí, pero creo que no durará 5 años. Se puede evitar comprando lealtades en el Congreso. Sería un desastre. Algo menos probable: renovar gabinete con un premier competente que gobierne y él ser presidente simbólico. Tuvo su mejor posibilidad con Mirtha Vásquez y la perdió. Es posible pero parece poco probable que sobreviva.
¿Cómo ve un escenario con Dina Boluarte en sucesión?
Mucha incertidumbre. El Congreso buscaría tumbarla. Este Congreso ha dedicado gran energía a tumbar al presidente. No es democrático. Es probable que Boluarte no tenga experiencia o talento para superar eso.
Ha comparado el caso de Castillo con el de Zelaya de Honduras. ¿Ve también posible un golpe parlamentario en Perú?
Es posible. Ya pasó. Lo distinto fue no estar muy involucrados los militares, pero lo de Merino fue golpe del Congreso.
¿Qué nos dice a los peruanos lo que algunos llaman giro a la izquierda en América Latina?
Más fuerte es un giro antioficialista. La gente está harta de los partidos en el poder y está votando por fuerzas de fuera. Excepto AMLO en México y Bukele en El Salvador, todos los gobiernos en América Latina son impopulares, de derecha e izquierda. Nos dice que Castillo seguirá impopular y el próximo gobierno será otra fuerza no aliada de él, no necesariamente de derecha. No sé si muchos vean a Castillo de izquierda.
¿No está perdida esa oportunidad para una izquierda?
No. Pero está muy débil. Que Castillo venga de la izquierda no necesariamente daña chances de la izquierda, sí la propia debilidad de la izquierda.
Aunque lento, Perú parecía dar pasos liberales con el enfoque de género, reivindicación de derechos de la mujer, etc. Ahora se nota un momento conservador. ¿Qué ocurrió?
Perú es un caso medio en políticas hacia liberalismo social. No hay movimientos muy grandes a favor. El feminista, el de derechos gay existen, pero no son masivos. Hay una nueva derecha en América Latina cuya meta es combatirlos. Existe en Perú, muy activa y ruidosa, pero tampoco tan grande. Ni movimiento progresista ni reacción conservadora son muy fuertes.
Ve una tendencia regional de derecha liberal a iliberal…
La derecha era más liberal: Piñera, Cardoso, PPK. La derecha liberal fracasó electoralmente y está siendo reemplazada por una mucho menos liberal, más interesada en lo social y, muchos veces, más autoritaria.
¿Qué opciones tiene esta derecha iliberal en el Perú?
En una política tan fragmentada, tiene posibilidades. Como Castillo: no era popular ni tenía organización fuerte y ganó porque hubo 18 candidatos, logró 15% y tuvo rival peor. Una ultraderecha con 15% puede repetir ese camino. En un sistema tan fragmentado, no se necesita ser popular para ser presidente.
En Lima, Urresti y López Aliaga lideran encuestas…
Lima es una de las pocas ciudades grandes de América Latina donde el electorado gira a la derecha. Urresti y López Aliaga son dos sabores de derecha.
Advierte que la debilidad de los políticos genera crisis en el Perú, pero que también hace que la democracia siga viva. ¿Cómo es esa ambivalencia?
Todos los últimos presidentes, salvo García, han sido novatos. Es una maldición porque políticos inexpertos no gobiernan bien. Por otro lado, su ineptitud protege un poco la democracia porque nadie hasta ahora ha tenido capacidad para someter el poder, establecer una dictadura. Cuando ganó Castillo, amigos de derecha estaban aterrorizados. ¿Dónde está la dictadura? Castillo no tiene la mínima capacidad para hacerla.
Usted dice que un gobierno y un congreso lleno de novatos está condenado al fracaso. ¿Cómo cambiar eso cuando hay un gran rechazo a los llamados políticos tradicionales?
Hay una confusión. Ya pasó una generación sin que haya políticos tradicionales, la mayoría de peruanos ya no sabe qué son políticos tradicionales. La gente cree que vota contra políticos tradicionales, pero son novatos que fracasaron en el poder. Después de 5 años ya se es político viejo acá. Se envejece muy rápido políticamente en el Perú.
¿”Que se vayan todos” más reforma política sería solución?
Pocas veces hay grandes soluciones de la noche a la mañana en el Perú. No creo que nuevas elecciones generen la renovación que se espera. Pueden ayudar un poco, pero no debemos esperar soluciones grandes en el corto plazo. Construir una democracia toma tiempo.
A 201 años de la Independencia, ¿qué podemos celebrar de nuestra realidad política?
Que, con dificultades, su democracia sigue viva tras 22 años, el periodo más largo en su historia y uno de los más duraderos en América Latina, no ha caído como otras. Y esas dos décadas han sido mejores que las anteriores. Nos quejamos mucho por la política peruana, pero, en términos comparativos, siempre se puede ser peor.
Fuente: La República