El alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell, informó que el próximo 29 de agosto propondrá una “potente misión” para entrenar a las Fuerzas Armadas de Kiev.
El funcionario europeo aprovechó una conferencia de prensa realizada en la ciudad española de Santander para afirmar que lo que se vive en Ucrania desde el 24 de febrero “no es una guerrita” sino un conflicto de grandes dimensiones.
Por ello, dijo, la misión del bloque europeo para adiestrar a las tropas ucranianas debe estar a la altura de la situación. Estas declaraciones fueron vertidas en momentos en que varios países de la Unión Europea (UE), como Alemania, la economía más grande de la región, se enfrentan a altos índices de inflación, encarecimiento de los energéticos e inestabilidad económica a causa de las tensiones entre Kiev y Moscú.
Aunque las sanciones antirrusas han tenido un efecto búmeran en la propia UE, Josep Borrell insistió en la necesidad de entrenar al Ejército de Ucrania y consideró que ese plan se presentará la semana entrante en la ciudad de Praga, en el marco del Consejo de Ministros de Defensa de la zona euro.
“Sería una misión importante, creo que estamos ante una guerra de gran escala. Cualquier misión tiene que estar a la altura del conflicto. Esta no es una guerrita. 10 millones de ucranianos han dejado su país, es como si el 20% de los españoles se hubieran ido de España”, comentó el funcionario europeo.
El plan, aún por debatirse y ser puesto a votación, consiste en brindar adiestramiento a los combatientes ucranianos en países de la Unión Europea, esto se une al apoyo armamentístico que ya se le proporciona desde Europa y Estados Unidos al Gobierno de Volodímir Zelenski.
Respecto al apoyo que se está brindando a Ucrania, Borrell consideró que se debe mantener la ayuda militar, así como la “presión económica” sobre Rusia, aunque reconoció que entre los estados de la UE “empiezan a estar divididos en cuanto a las sanciones”.
Sobre la propuesta de cancelar los visados a todos los ciudadanos rusos, el funcionario europeo se mostró en contra de la medida, pues consideró que es más eficaz restringir la movilidad de personas cercanas al presidente ruso, Vladímir Putin, o que estén relacionados con la oligarquía rusa.