El avance militar de Irán y su creciente influencia en la región de Asia Occidental han constreñido una alianza entre Israel y EE.UU. contra el país persa.
Irán ha seguido con éxito una estrategia asimétrica para contrarrestar militarmente a sus enemigos, en especial a Estados Unidos, y ha creado una disuasión creíble fundamentada en una tríada de únicas capacidades: misiles balísticos, fuerzas terrestres y una presencia naval poderosa y multiforme en el Golfo Pérsico.
El país persa posee un sistema de defensa aérea en gran parte modernizado, varios de los artilugios militares son de fabricación nacional, un ejército razonablemente bien equipado y entrenado y una serie de sistemas aéreos no tripulados autóctonos para su uso en inteligencia, vigilancia y reconocimiento, y eventuales ataques de precisión.
La República Islámica tiene misiles balísticos y los utiliza como una capacidad de ataque de largo alcance para disuadir a sus adversarios. La capacidad de misiles balísticos de Irán es la más extensa en Asia Occidental, e incluye misiles de corto, mediano y largo alcance, el último de los cuales puede alcanzar objetivos a una distancia de hasta 2000 kilómetros.
Misiles de Irán
Los misiles de Irán son una parte clave de su arsenal militar. Un informe del Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono) describe el poderío de misiles de la República Islámica como el más vasto en Asia Occidental.
En enero de 2020, y en represalia por el asesinato del teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds, del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el país persa atacó la base estadounidense Ain Al-Asad, ubicada en el oeste de Irak, con los misiles Fateh y Qiam.
El misil Qiam-1 se ha producido ampliamente desde 2011, tiene un alcance de hasta 700 km y una carga útil de 750 kg. En junio de 2017, Irán lo utilizó contra los terroristas de Daesh atrincherados en Siria.
La clase de misiles Fateh, que entró en servicio por primera vez a principios de la década de 2000, tiene una carga útil ligeramente menor.
Las variaciones del misil balístico de alcance intermedio Shahab-3 tienen cargas útiles de más de 750 kg y alcanzan más de 1500 km.
Irán posee más de 50 lanzadores de misiles balísticos de mediano alcance y hasta 100 lanzadores de misiles balísticos de corto alcance, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, un grupo de expertos con sede en el Reino Unido.
Irán ha invertido mucho en el desarrollo y la producción nacionales de misiles tierra-aire, radares y sistemas de comando y control. Ha perfeccionado una sólida capacidad para actualizar los sistemas antiguos con elementos modernos y rutinariamente realiza ejercicios que demuestran que su sistema de defensa aérea está realmente integrado.
Además, el país persa está innovando el sistema de largo alcance Bavar-373, que afirma es más avanzado que el ruso S-300, y también ha desplegado el ruso S-300 (SA-20). Otros sistemas de defensa aérea incluyen el misil SA-5 (S-200) y el SA-15.
Aviones de combate
Hoy en día, la Fuerza Aérea de Irán está compuesta, sobre todo por aviones de combate, como MiG-29, SU-24 y Su-25 rusos, y algunos aviones F-7 Airguard reforzados. A pesar de las sanciones impuestas por EE.UU., Teherán ha obtenido grandes logros en la industria aérea y ha producido aviones de fabricación nacional como Kosar y Yasin.
El pasado marzo, en una ceremonia, las Fuerzas Armadas iraníes incorporaron a sus arsenales nueve aviones militares, modelos F27, F14, F4, Mirage, así como 10 helicópteros de la Organización de Industrias Aeronáuticas del Ministerio de Defensa de Irán.
De igual modo, el país persa está desarrollando aviones furtivos, aunque, todavía están a la espera de que se lleven a cabo las pruebas finales.
Capacidad marítima
Por otra parte, sus capacidades marítimas van desde enormes buques de combate hasta pequeños barcos, submarinos, minas, vehículos aéreos no tripulados, sistemas de defensa aérea y misiles costeros.
Con la producción de unidades de subsuperficies, Irán es uno de los pioneros en este campo y ocupa un lugar destacado en la calificación mundial.
En mayo de 2020, la revista estadounidense Forbes informó que Irán se ha unido a un club de élite de países que poseen la tecnología para fabricar vehículos no tripulados submarinos (UUV, por sus siglas en inglés), que incluye solo a EE.UU. y el Reino Unido.
Conforme a la revista, el sumergible, de fabricación iraní, es comparable al vehículo submarino no tripulado Orca (XLUUV), en términos de tamaño, y el sistema de propulsión diésel-eléctrica.
El submarino Orca, que se está desarrollando para la Marina de EE.UU., se dice que va a catapultar la revolución naval del siglo XXI. Sin embargo, Forbes indica estar seguro que “el modelo iraní es aún más barato” que la versión Orca.
Drones
El rápido progreso de Irán en el desarrollo de vehículos aéreos no tripulados ha preocupado a sus enemigos. Los drones iraníes pueden realizar misiones en toda la región o efectuar ataques limitados, pero precisos con pequeñas municiones.
Uno de los aviones teledirigidos más conocidos de Irán es el dron Shahed-171, que tiene un borde operativo de 4400 kilómetros, es decir, un salto de más del doble del alcance de otros drones operativos iraníes.
Irán se ha convertido rápidamente en una potencia de los drones no solo en Asia Occidental, sino también en el mundo entero. Los aviones teledirigidos del país persa son cada vez más mortíferos y su alcance es cada vez mayor: algunos de ellos llevan ojivas y pueden viajar hasta 2000 kilómetros, otros ejecutan misiones sin ser detectados por los radares y las defensas aéreas.
Irán mostró recientemente imágenes de un portaviones estadounidense que fue filmado por sus drones. El país persa ha dicho que los drones son su “carta de triunfo” contra Estados Unidos.
Preocupaciones de Israel y EEUU
Al ver el avance imparable militar de Irán, Estados Unidos e Israel acordaron crear un grupo de trabajo para contrarrestar los misiles y drones de Irán. El consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, se reunió con su par israelí, Meir Ben-Shabbat, en Washington para abordar la creciente amenaza de aeronaves no tripuladas y de misiles guiados de precisión de Irán.
A su vez, el general Kenneth McKenzie, que dirige el Mando Central de Estados Unidos, indicó ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes que “por primera vez desde la Guerra de Corea, estamos operando sin una superioridad aérea completa”.
Además de la visita de Meir Ben-Shabbat a EE.UU. y su énfasis en que los funcionarios israelíes deben informar directamente al presidente estadounidense, Joe Biden, de los peligros de Irán, el director del Mossad, Yossi Cohen, también mantuvo un encuentro con el inquilino de la Casa Blanca.
El viaje de Cohen fue el último de una serie de contactos de alto nivel, al parecer, destinados a permitir que los funcionarios israelíes manifiesten sus quejas mientras buscan un terreno común en la cuestión de Irán.
Estos periplos ponen de relieve que las valoraciones sionistas sobre el debilitamiento de Irán a la sombra de las sanciones estadounidenses han fracasado por completo, y al mismo tiempo, el proyecto, llamado normalización de relaciones con los árabes, no ha logrado ser tangible y aún peor efectivo.
Según lo expuesto, tanto las autoridades israelíes como las de Casa Blanca llegaron a la conclusión que la única manera de enfrentar el avance militar de Irán en la región es hacer una alianza para reducir la influencia creciente del país persa en la región de Asia Occidental.
Por Mohsen Khalif zade