El presidente expresó su desconcierto por los ataques republicanos a Liz Cheney y la actitud del líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell que se comprometió al “100%” de oposición a la Casa Blanca
El presidente Joe Biden, quien predijo a lo largo de su campaña que podría trabajar con un Partido Republicano posterior a Donald Trump, admitió el miércoles que estaba sorprendido por la influencia continua del expresidente.
Aún así, Biden reiteró su deseo de trabajar con los republicanos en un paquete de infraestructura e incluso insistió en que podía trabajar con el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, pocas horas después de que McConnell le dijera a una multitud en Kentucky que estaba “100%” concentrado en detener la aún nueva administración demócrata.
Biden consideró este miércoles que el Partido Republicano vive una “mini-revolución” tratando de dilucidar su identidad, y dijo que el país necesita “desesperadamente” a la oposición porque “no es saludable” un sistema con “un solo partido”.
“Parece que los republicanos están tratando de identificar qué es lo que defienden. Están en el medio de un tipo significativo de mini-revolución”, afirmó Biden.”Creo que los republicanos están más lejos de tratar de averiguar quiénes son y qué representan de lo que pensé que estarían en este momento”.
El mandatario remarcó que durante su dilatada carrera política ha visto numerosas “batallas internas y desacuerdos” entre los demócratas, pero precisó que “ninguna” como la que se ve ahora en el Partido Republicano.
Biden comentó así el cisma abierto entre los republicanos tras la salida de Trump de la Casa Blanca, con una guerra abierta entre los seguidores del expresidente y el ala más moderada del partido, que considera que el asalto al Capitolio del pasado enero por una turba de sus seguidores obliga a marcar distancias.
Entre los más críticos con Trump figuran la congresista Liz Cheney, la número 3 de los conservadores en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, así como el senador y excandidato presidencial republicano Mitt Romney.
Pese a estar vetado en las redes sociales, Trump sigue siendo el político republicano más popular entre los votantes y el lunes pasado reiteró sus acusaciones infundadas de que hubo un fraude electoral en los comicios generales de noviembre, en los que perdió la Presidencia frente a Biden.
Cheney, hija del exvicepresidente Dick Cheney (2001-2009), ya agitó las filas republicanas la semana pasada cuando opinó que cualquier conservador que quiera presentarse a la nominación de su partido para las elecciones presidenciales de 2024 debería quedar descartado si apoya las denuncias de Trump sobre los resultados de las elecciones.