La adquisición demuestra que las sanciones occidentales contra Moscú están surtiendo efecto, según Washington
Rusia se encuentra en proceso de comprar millones de proyectiles de artillería y cohetes a Corea del Norte para utilizarlos en su invasión de Ucrania, según material desclasificado por los servicios de inteligencia estadounidenses. Washington asegura que el que Moscú recurra a Pyongyang para abastecerse demuestra cómo las sanciones internacionales están afectando la capacidad militar de Moscú.
Las afirmaciones de EE UU llegan apenas una semana después de que, según el Pentágono, Rusia comenzara a recibir drones iraníes de uso militar, de los tipos Mojaher-6 y Shahed. Ambos pueden emplearse en el combate electrónico y para llevar a cabo ataques de precisión. También desde la semana pasada Ucrania ha lanzado una fuerte contraofensiva en su sur para recuperar territorio arrebatado por Rusia.
Hasta el momento no hay indicios de que se haya completado la transacción o de que ese material haya comenzado a utilizarse, ha precisado este martes el coordinador de Comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, en una rueda de prensa telefónica. Pero tanto él como el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel, han atribuido la operación de compra a “lo desesperada que se está quedando Rusia”. “Estas compras indican que el Ejército ruso sigue padeciendo de graves carencias de suministros, debidas en parte a los controles de exportación y las sanciones, y otros ejemplos y esfuerzos aplicados para que Rusia afronte las consecuencias de sus actos”, ha precisado Patel.
Las sanciones occidentales no han causado, al menos por ahora, daños significativos a la economía rusa. La escalada de los precios de la energía —el gas ha subido un 400% en Europa— ha contrarrestado el efecto de esas medidas. Pero, según Estados Unidos, sí han cerrado el acceso de Moscú a los mercados de armamento y tecnología. Pese a lo que temían Washington y otros gobiernos afines en las primeras semanas de la guerra, China, el gran socio geopolítico de Rusia, no ha facilitado ayuda militar al ejército del país vecino.
La compra rusa de armamento a Corea del Norte, publicada en primera instancia por The New York Times, representaría una violación de las sanciones de la ONU contra Pyongyang, según ha recordado el Departamento de Estado. Esas medidas prohíben a los Estados miembros de Naciones Unidas adquirir material militar al régimen de Kim Jong Un. “Todas las violaciones de las sanciones de la ONU son graves, pero en este caso lo es particularmente que quien se las esté saltando sea un miembro permanente del Consejo de Seguridad”, mencionó Patel.
Corea del Norte cuenta con un largo historial de venta de armas a otros Gobiernos con problemas para abastecerse de manera lícita. Dadas las restricciones que padece debido a las sanciones internacionales, este tipo de transacciones representan una de sus principales fuentes de divisas.
Unas divisas que, a juzgar por las declaraciones de Kim en los últimos dos años, ahora serían más bienvenidas que nunca. El propio líder supremo ha reconocido en diversas ocasiones en esta etapa el maltrecho estado de la economía norcoreana, debido a una combinación de las medidas internacionales, una serie de catástrofes naturales y, sobre todo, el cierre absoluto de fronteras desde el estallido de la pandemia de covid que ha paralizado su ya de por sí limitado comercio con el exterior.
Rusia y Corea del Norte han estrechado lazos desde el fracaso de las conversaciones entre Kim y el anterior presidente estadounidense, Donald Trump, y Kim ha expresado apoyo a la invasión rusa de Ucrania, que Moscú describe como una “operación especial”. El presidente ruso, Vladímir Putin, también ha procurado tener a Pyongyang de su lado desde el comienzo del asalto.
El mes pasado, ambos líderes intercambiaron cartas con ocasión del 77 aniversario del fin de la ocupación japonesa de Corea. Según los medios norcoreanos, Putin aseguró a Kim que estrechar relaciones “exhaustivas y constructivas” era algo que convenía a los intereses de los dos países. Por su parte, Kim destacó la “cooperación estratégica y táctica, el apoyo y la solidaridad” entre ambas naciones, que -sostuvo- han alcanzado en estas décadas un nivel sin precedente, especialmente en sus esfuerzos comunes contra fuerzas hostiles.