Washington también estaría presionando a sus aliados para que promulguen políticas similares con el fin de que sus empresas tampoco puedan vender tecnología al gigante asiático.
El Gobierno de EE.UU. planea a partir del próximo mes ampliar las restricciones a las exportaciones estadounidenses a China de semiconductores que se utilizan en inteligencia artificial y herramientas para fabricar chips, informa Reuters, que cita fuentes familiarizadas con el tema.
El Departamento de Comercio estadounidense pretende incluir nuevas regulaciones, basadas en las cartas de notificación enviadas a principios de año a tres compañías del país norteamericano: KLA Corp, Lam Research y Applied Materials. En esas misivas se prohibía la venta de equipos para fabricar microcircuitos a las empresas chinas que producen semiconductores avanzados con procesos inferiores a 14 nanómetros.
Las nuevas restricciones además se aplicarían a Nvidia y AMD, empresas a las que en agosto también se les notificó detener cualquier venta de sus chips utilizados en inteligencia artificial para los mercados de Rusia y China. Además, las regulaciones incluso podrían aplicarse a las compañías que intentan desafiar el dominio de las dos firmas en dicha tecnología.
“Abusos de controles de exportación“
Un portavoz del Departamento de Comercio señaló que EE.UU. está “adoptando un enfoque integral para implementar acciones adicionales con el fin de proteger la seguridad nacional y sus intereses de política exterior“, así como evitar que China obtenga tecnología estadounidense aplicable en la modernización militar.
Por su parte, desde la Embajada china en Washington criticaron los “abusos de controles de exportación” por parte del Gobierno estadounidense, y señalaron que esas medidas “violan las reglas del comercio internacional, perjudican el crecimiento global y perjudican a las empresas de ambos países”.
Según el experto en tecnología del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales estadounidense, Jim Lewis, la estrategia de EE.UU. “es asfixiar a China” y han descubierto que los chips son el “punto de estrangulamiento“, ya que en el gigante asiático “no pueden fabricar estas cosas, no pueden producir equipos de fabricación” de semiconductores.
Las fuentes citadas por Reuters añadieron que el Gobierno norteamericano está presionando a sus aliados para que promulguen políticas similares con el fin de que sus empresas tampoco puedan vender tecnología a China.